Cuatro estadounidenses murieron y dos resultaron heridos en el ataque talibán perpetrado el pasado fin de semana en el Hotel Intercontinental de Kabul, en el que fallecieron un total de 20 personas.

Así lo confirmó este miércoles la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, en una breve nota enviada a los medios donde indica que no habrá más información sobre las víctimas por respeto a sus familiares.

En total, 20 civiles, incluidos 14 extranjeros, fallecieron durante el ataque, en el que la acción de las fuerzas de seguridad salvó la vida a 151 personas, 40 de ellas foráneas.

Gran parte de los extranjeros muertos eran trabajadores de la aerolínea afgana Kam Air, entre ellos ocho ucranianos y dos venezolanos, según las autoridades afganas.

El asalto al Hotel Intercontinental, que ya había sido objeto de un ataque en 2011, comenzó el sábado por la noche y duró más de 12 horas, hasta que las fuerzas de seguridad abatieron al último de los seis asaltantes.

Los talibanes reivindicaron la autoría del ataque a través de un comunicado en el que afirmaron que sus combatientes identificaron "cuidadosamente" a sus víctimas y mataron a ciudadanos de los países "invasores" y miembros del Gobierno afgano.

El Ministerio de Interior afgano ha responsabilizado a la red Haqqani del ataque, uno de los grupos de los talibanes que, según Kabul y Washington, encuentra refugio en territorio paquistaní.

Washington decidió a principios de año suspender los fondos de ayuda de seguridad a Pakistán, sin precisar la cifra concreta, hasta que este país adopte "medidas decisivas" en la lucha contra el terrorismo.

El anuncio se divulgó después de que el primero de enero el presidente estadounidense, Donald Trump, publicara un duro mensaje en Twitter en el que acusaba a Islamabad de "mentiras y engaños" y de "dar refugio a terroristas" tras recibir 33.000 millones de dólares de Estados Unidos en 15 años.

Desde el final de la misión de combate de la OTAN, en enero de 2015, el Gobierno de Kabul ha ido perdiendo terreno ante los insurgentes hasta controlar apenas un 57% del país, según el inspector especial general para la Reconstrucción de Afganistán (SIGAR) del Congreso de Estados Unidos.