El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha entregado la Medalla Presidencial de la Libertad de manera póstuma al activista conservador Charlie Kirk, quien fue asesinado el pasado 10 de septiembre y habría cumplido 32 años este martes.
"Tenía muchas ideas en su cabeza (...) Charlie es irreemplazable", ha dicho Trump durante la ceremonia que se realizó en el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca, con la presencia de los funcionarios más cercanos de su gabinete, algunos senadores republicanos y su homólogo argentino, Javier Milei, sentado en primera fila.
El mandatario, además, ha asegurado que el 14 de octubre será el Día Nacional de la Remembranza de Charlie Kirk.
"Hace cinco semanas perdimos a este campeón (...) un líder que impulsó a la próxima generación como nadie", ha agregado Trump al iniciar su discurso sobre el activista asesinado en Utah, quien era uno de sus principales aliados a través de su fundación Turning Point, una organización conservadora dedicada a movilizar a jóvenes en universidades y promover la derecha.
La medalla fue recibida por la viuda de Kirk, Erika Kirk, a quien Trump ha descrito como "una mujer de inspiración, bella y hermosa" y le dijo que su esposo "se sacrificó por el país".
Por su parte, Erika Kirk ha agradecido a Trump esta medalla, afirmando que es "el mejor regalo de cumpleaños" que su esposo podía recibir.
"No amaba tanto a sus enemigos necesariamente. Oí que amaba a sus enemigos, y pensé: ‘Un momento, ¿es ese el mismo Charlie que conozco?’. No quise entrar en detalles", ha añadido el republicano.
La Medalla Presidencial de la Libertad, el máximo honor civil de Estados Unidos, ha sido entregada por distintos presidentes a figuras destacadas de la política, la cultura y el deporte.
Entre los galardonados se encuentran Winston Churchill en 1963, Nelson Mandela en 2002, el boxeador Muhammad Ali en 2005 y el cantante Frank Sinatra en 1981, reconociendo sus "aportes excepcionales a la humanidad y a los valores estadounidenses".
Kirk era uno de los principales promotores del movimiento ‘Make America Great Again’ (MAGA) y, según el vicepresidente, J.D. Vance, una figura clave en la campaña electoral de 2024, además de haber ayudado a colocar personas en puestos de gobierno durante la estructuración de la Administración de Trump.
El velatorio de Kirk, realizado el pasado 21 de septiembre en Arizona, congregó a más de 100.000 personas, incluidos los principales funcionarios del gabinete de Trump, quienes tomaron la palabra para despedir al activista.
Sin visas por criticar a Kirk
Al tiempo que EEUU ha dado la Medalla Presidencial de la Libertad a Charlie Kirk, la Administración Trump ha revocado el visado a seis personas, cuatro de ellas latinoamericanas, por sus críticas en redes sociales contra el activista ultraconservador.
"Estados Unidos no tiene ninguna obligación de acoger a extranjeros que desean la muerte a estadounidenses. El Departamento de Estado continúa identificando a titulares de visados que celebraron el atroz asesinato de Charlie Kirk", ha apuntado este departamento en X.
Entre los seis hay un argentino que apuntó que Kirk dedicó toda su vida a propagar una retórica racista, xenófoba y misógina y que merecía arder en el infierno. "Visa revocada", anunció el Departamento de Estado en esa red social, que no identifica a la persona pero sí difunde el mensaje que esta colgó en X.
El Gobierno también revocó el visado a un mexicano que afirmó que Kirk murió siendo "racista y misógino" y que consideró que "hay gente que merece morir" y que muertos hacen "que el mundo sea mejor".
El brasileño al que se le quitó dicho permiso señaló, según el Departamento de Estado, que Kirk murió "demasiado tarde", mientras que otro afectado, paraguayo, sostuvo que el activista era "un hijo de p*** y murió bajo sus propias reglas", siempre según Washington.
Los otros dos visados revocados pertenecían a un alemán que señaló que "cuando los fascistas mueren los demócratas no se quejan", mientras que la sexta persona es un sudafricano que, según Washington, se burló de que hubiera estadounidenses que estuvieran dolidos "porque la manifestación racista terminó en un intento de convertirlo en mártir".
