Álvaro Escalonilla
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Un joven armado con un rifle, una escopeta y una pistola abrió fuego a primera hora de la mañana del miércoles en las inmediaciones de la Iglesia de la Anunciación de Mineápolis. En el interior del templo celebraban una misa decenas de estudiantes del colegio católico anexo. Era la primera semana de clases después del verano en esta escuela privada del estado de Minnesota que acoge al menos 395 alumnos de edades comprendidas entre los tres y los catorce años.

Entonces sucedió la masacre. Las balas alcanzaron a una veintena de estudiantes. Mataron a dos niños de 10 y 8 años. Hirieron a otras diecisiete personas, entre las que figuran catorce menores. Un adulto y seis niños permanecen en estado crítico.

El tirador disparó "a través de los vitrales hacia el interior del edificio, entre 50 y 100 tiros", según el testimonio de un testigo que recogió The Minnesota Star Tribune. La ráfaga de disparos duró varios minutos.

La policía no tardó en desplegarse en los alrededores. Como tampoco tardó el tirador, que tenía poco más de 20 años, según adelantó en rueda de prensa el jefe del Departamento de Policía de Mineápolis, Brian O’Hara, en quitarse la vida “en la parte trasera” de la iglesia. Su fallecimiento elevó a tres el número de víctimas mortales.

El presunto atacante respondía al nombre de Robin Westman. Tenía 23 años. Era una persona trans. Había compartido en redes sociales sus posturas de extrema derecha, y horas antes del tiroteo había subido varios vídeos que parecían mostrar su preparación.

Según el Star Tribune, su padre es propietario de una vivienda a menos de dos kilómetros del colegio donde atentó. Un colegio en el que, según el diario local, trabajó su madre.

El director del FBI, Kash Patel, que confirmó la identidad del tirador, anunció este miércoles a través de la red social X que la agencia está investigando el tiroteo "como un acto de terrorismo doméstico y crimen de odio dirigido contra católicos".

Westman cumple el patrón. A nadie sorprende el perfil inestable y radicalizado de este joven de 23 años que protagonizó el último tiroteo masivo en un recinto escolar de Estados Unidos. En lo que va de año se han producido más de 140 incidentes similares, según la base de datos de K-12 School Shooting.

Ni siquiera es el primer tiroteo que sufre esta semana la ciudad del Medio Oeste. Desde la tarde del martes se han sucedido otros tres, uno de los cuales tuvo lugar en una escuela secundaria jesuita. En menos de 48 horas han muerto en Mineápolis seis personas y más de veinte han resultado heridas.

O’Hara confirmó en rueda de prensa que el presunto autor de los disparos, cuya identidad no compartió, no tenía antecedentes penales ni guardaba relación con los demás tiroteos, aunque reafirmó que lo sucedido había sido "un acto deliberado de violencia contra niños inocentes y otras personas que estaban rezando".

"No hay palabras que puedan captar el horror y la tragedia de este acto indescriptible de maldad en la Iglesia Católica de la Anunciación. Han muerto niños, hay más heridos, y nuestra comunidad está profundamente conmocionada", escribió en redes sociales el alcalde de Mineápolis, Jacob Frey, que pidió a los vecinos pensar en los niños afectados como si fueran sus hijos.

La masacre motivó la primera conversación telefónica desde las elecciones entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el gobernador de Minnesota, Tim Walz, compañero de ticket electoral de Kamala Harris en las presidenciales del pasado mes de noviembre.

El excandidato demócrata a la vicepresidencia lamentó que Minnesota estuviera "con el corazón roto". "Desde los agentes que respondieron al llamado, hasta el clero y los maestros que brindan consuelo, y el personal hospitalario que está salvando vidas, superaremos esto juntos", escribió en la red social X.

Trump, por su parte, decretó que las banderas ondearan a media asta en los edificios públicos hasta la tarde del domingo "como muestra de respeto por las víctimas de los actos de violencia sin sentido".

Violencia política en auge

La ley de Minnesota exige verificar los antecedentes penales en cada venta de armas. El estado registra una tasa de muertes por armas de fuego inferior a la media nacional, según los datos de la organización Everytown for Gun Safety.

Pero no es la primera masacre reciente con motivaciones políticas que ha sacudido Minnesota, cuya ciudad más poblada, Mineápolis, presenció el brutal asesinato de George Floyd a manos del agente de policía Derek Chauvin en mayo de 2020.

El pasado mes de junio, un tirador disfrazado de policía trató de asesinar a cuatro legisladores demócratas del Congreso de Minnesota en sus respectivos domicilios. Aunque Vance Luther Boelter, el hombre de 57 años acusado de apretar el gatillo, sólo consiguió asesinar a Melissa Hortman y a su marido Mark.

John Hoffman, otro legislador, logró sobrevivir junto a su esposa Yvette y su hija Hope. Los homicidios tuvieron lugar en Brooklyn Park y Champlin, dos ciudades situadas a menos de 30 minutos de distancia de Mineápolis.