M. Muñoz
Nueva York
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El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, viajó este martes hasta Washington para reunirse con Donald Trump en una protocolaria cena pensada para avanzar en el alto al fuego de 60 días en Gaza planteado por Estados Unidos la semana pasada.

Sin embargo, tal negociación quedó en un segundo plano durante la intervención pública de los dos líderes en la Casa Blanca: Por un lado, el israelí agasajó a Trump al entregarle una carta para proponerle al Nobel de la Paz.

Y por su parte, el presidente estadounidense evitó dar más detalles de ese alto al fuego -avanzado por él mismo el pasado martes- y prefirió anunciar que EEUU volverá a enviar armas a Ucrania, solo una semana después de que el Pentágono indicara que iba a detener las entregas de misiles y otras armas por una bajada de sus reservas.

“Quiero presentarle, señor presidente, la carta que envié al Comité del Premio Nobel en la que se te nomina al premio de la Paz, que es bien merecido”, aseguró Netanyahu a los pocos minutos de saludarse, mientras entregaba en mano la misiva al presidente estadounidense.

El Nobel de la Paz ha sido una de las obsesiones recurrentes de Trump durante su trayectoria política, en la que ha llegado a afirmar que merecería haberlo ganado “cuatro o cinco ocasiones” y ha acusado al comité de Noruega de priorizar perfiles “liberales”.

“El presidente ya ha materializado grandes oportunidades. Él forjó los Acuerdos de Abraham. Él está forjando la paz mientras hablamos, en un país y una región tras otra”, justificó el primer ministro israelí, quien afirmó hablar “no solo por todos los israelíes, sino por toda la gente judía y muchos admiradores en el mundo”.

Palabras a las que Trump, acompañado de sus secretarios de Estado y Defensa, Marco Rubio y Pete Hegseth, respondió: “Viniendo de ti, significa mucho”.

Los dos mandatarios se encontraron en la noche del lunes en el Salón Azul de la Casa Blanca, alrededor de una larga mesa dispuesta para cenar y en la que los miembros de la Administración Trump encargados de las negociaciones en Oriente Medio se sentaron a un lado y la delegación israelí enfrente.

Las cámaras grabaron el inicio del evento, que posteriormente transcurrió a puerta cerrada.

Había grandes expectativas en torno a la reunión, la tercera que protagonizan Trump y Netanyahu desde el regreso al poder del primero.

Sobre todo porque se celebra después de que el presidente estadounidense anunciara a bombo y platillo en su red social Truth “un alto el fuego de 60 días en Gaza” que Israel supuestamente estaba dispuesto a aprobar y que urgía aceptar a Hamás, a cambio de la liberación de los rehenes restantes.

Una semana después de ese anuncio, el acuerdo no se ha materializado y en el encuentro con la prensa ambos líderes hablaron del futuro de Palestina y de una hipotética paz en términos muy generales, sin detallar las demandas exactas.

Sin avance en el alto al fuego

"Creo que los palestinos deberían tener todos los poderes para gobernarse a sí mismos, pero ninguno de los poderes para amenazarnos”, respondió Netanyahu después de que un periodista preguntara a Trump por la solución de los “dos Estados” y él evitara dar una respuesta al pasar la pelota al israelí.

“Eso significa que ciertos poderes, como la seguridad general, siempre permanecerán en nuestras manos", continuó Netanyahu, quien añadió que “trabajará en una paz con los vecinos palestinos, que no quieren destruirnos” y puntualizó que en esa paz “el poder soberano de la seguridad siempre permanecerá en nuestras manos”.

"Nadie en Israel aceptará otra cosa”, zanjó.

El asunto es primordial en las negociaciones del alto al fuego ya que, de alcanzarse, durante esos dos meses de paz las conversaciones avanzarían hacia un punto más lejano para concretar un encaje político para Palestina y la franja de Gaza tras la guerra actual.

De hecho, un alto oficial de la Casa Blanca aseguró al diario Axios que la conversación privada durante la cena versó sobre “el día después”, ya que antes de avanzar en el diálogo EEUU quiere consensuar un entendimiento con Israel sobre quién gobernará Gaza y qué soberanía tendrá Palestina en su conjunto.

Asimismo, el New York Times citó fuentes internas que informaron de que en la conversación privada también se habló de la futura relación de EEUU e Israel con Irán y de otros planes para estabilizar la región.

La 'riviera' de Trump

En este sentido, Netanyahu calificó como una “visión brillante” la propuesta expresada el pasado febrero por Trump -cuya fortuna se fraguó en el negocio inmobiliario- de convertir la franja de Gaza en un resort de lujo frente al mar bajo el apodo de “Riviera de Oriente Próximo” y que conllevaría el desplazamiento de palestinos mientras se reconstruye la zona.

Aunque la idea, que generó una marabunta de titulares, no se ha traducido en ningún compromiso concreto, de acuerdo con el Financial Times la consultora Boston Consulting Group habría realizado ya un estudio sobre los costes de ejecutar tal proyecto, incluido el traslado de los palestinos.

"Se llama libre elección: si la gente quiere quedarse, puede quedarse, pero si quiere irse, debería poder irse”, declaró Netanyahu ante la idea del desplazamiento de los palestinos.

Armas a Ucrania

La cita, que también sirvió como brindis de victoria para Netanyahu y Trump tras el bombardeo estadounidense de las bases nucleares de Irán, dejó una noticia sobre la guerra de Ucrania.

"Vamos a enviar algunas armas más. Tenemos que. Tienen que ser capaces de defenderse”, afirmó Trump al ser interrogado sobre la guerra en el país europeo.

"Están siendo golpeados muy fuerte ahora. Vamos a tener que enviar más armas, armas defensivas, principalmente, porque están siendo atacados muy muy duramente”, añadió, después de que su propio Departamento de Defensa justificara la pausa en el envió de misiles por una bajada en las reservas en territorio estadounidense.

Asimismo, Trump afirmó este lunes que estaba “decepcionado” con su homólogo ruso, Vladimir Putin, con quien habló el pasado jueves en una conversación telefónica que versó sobre Ucrania e Irán y Oriente Medio, pero en la que “no se logró ningún avance”, según dijo ese mismo día a los periodistas en el avión presidencial.

“Estoy decepcionado, francamente, de que el presidente Putin no se haya detenido. Tampoco estoy contento con eso", indicó Trump esta noche frente a Netanyahu, quien el martes se verá con el vicepresidente JD Vance, el secretario de Defensa, Pete Hegseth y el líder de la Cámara de Representantes, Mike Johnson.