D. P.
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Estados Unidos ya no mediará en las negociaciones de paz entre Ucrania y Rusia, según ha reconocido este jueves ante los periodistas Tammy Bruce, portavoz del departamento de Estado. "Seguimos comprometidos con ello y haremos lo que podamos, pero no vamos a recorrer el mundo en un abrir y cerrar los ojos para mediar en las reuniones, ahora es cosa de las dos partes. Ha llegado el momento de que ellos presenten y desarrollen ideas concretas sobre cómo van a terminar el conflicto. Va a depender de ellos", afirmó.

Este nuevo ultimátum, que llega apenas 24 horas después de que EEUU firmara con Ucrania el acuerdo de minerales y tierras raras, representa el último de una serie de amenazas que la Administración Trump viene haciendo en las últimas semanas a ambas partes: si no hay avances concretos se retirará de las negociaciones.

El pasado martes, el secretario de Estado Marco Rubio subrayó que ahora es "el momento de que Moscú y Kiev presenten propuestas concretas" para poner fin a la guerra en Ucrania y advirtió de que Estados Unidos se retirará como mediador si sigue sin haber avances. “Llega un punto en el que el presidente tiene que decidir cuánto tiempo le dedica a este asunto cuando tal vez una de las dos partes o ambas no están realmente lo suficientemente cerca, cuando tenemos tantos, y yo diría incluso más importantes, temas ocurriendo en todo el mundo”, avisó.

Tanto Kiev como Moscú han tratado de mostrar a Trump que están avanzando hacia su objetivo de alcanzar un rápido acuerdo de paz, al tiempo que se culpan mutuamente de obstaculizarlo.

El presidente ruso, Vladimir Putin, declaró el lunes un alto el fuego de tres días, del 8 al 10 de mayo, para conmemorar el 80º aniversario de la victoria de la Unión Soviética y sus aliados sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial. Kiev, por su parte, ha cuestionado que Moscú no acepte su petición de un alto el fuego que dure al menos 30 días y comience de inmediato.

Desde que asumió el cargo en enero, Trump ha cambiado radicalmente la política estadounidense hacia esta guerra, presionando a Ucrania para que acepte un alto el fuego y aliviando al mismo tiempo la presión sobre Rusia, algo que ha empezado a cambiar en los últimos días, evidenciando que su paciencia con Moscú se está empezando a agotar.

Las promesas rotas de Trump sobre la guerra

Tras más de 100 días en el cargo, Trump ve cada vez más lejana la posibilidad de cumplir una de sus principales promesas electorales, poner fin al conflicto en Ucrania.

De hecho, el 'número dos' de Trump, el vicepresidente JD Vance, ha reconocido este jueves en una entrevista con Fox News que "la guerra en Ucrania no va a terminar pronto". "Ahora que cada parte conoce las condiciones de paz de la otra, dependerá de los rusos y los ucranianos llegar a un acuerdo y detener este conflicto brutal", subrayó Vance.

Uno de los principales obstáculos para alcanzar un acuerdo de paz son las cesiones territoriales. El enviado de Trump, Steve Witkoff, al que Volodimir Zelenski acusa de ser rehén de 'las narrativas rusas', fue el primero en asegurar públicamente que la clave del arreglo son las concesiones territoriales, una línea roja para Moscú y Kiev después de más de 1.100 días de combates.

Además de Crimea, que Ucrania se niega a reconocer como territorio ruso, Moscú mantiene que las otras cuatro regiones anexionadas en 2022 -Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia- son innegociables.

Witkoff, quien se ha convertido en el interlocutor clave de Washington con Putin, ya ha mantenido tres largas reuniones con el líder del Kremlin, la última la semana pasada.