D. Barreira
Agencias
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Donald Trump anunció este lunes de forma sorpresiva que su Estados Unidos mantendrá el sábado en Omán "conversaciones directas" con Irán en busca de un acuerdo sobre su programa nuclear. No obstante, desde Teherán se han matizado estas declaraciones asegurando que las negociaciones con Washington serán de manera indirecta. Con su habitual política comunicativa agresiva, el mandatario republicano advirtió de graves consecuencias si los resultados de las discusiones no son buenos (según sus intereses): "Irán estará en gran peligro".

"Vamos a tener conversaciones directas con Irán y comenzarán el sábado. Veremos qué sucede", declaró Trump durante un encuentro con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en la Casa Blanca. El mandatario subrayó el hecho de que las conversaciones con Irán, país con el que no tiene relaciones diplomáticas, serán directas en lugar de utilizar intermediarios y que en ellas participarán funcionarios de "casi al más alto nivel".

En un mensaje publicado en las redes sociales, el ministro de Exteriores iraní, Abás Araqchí, confirmó que las negociaciones tendrán lugar este fin de semana, pero dijo que serían indirectas, a través de intermediarios. "Se trata tanto de una oportunidad como de un test. La pelota está en el tejado de EEUU", agregó.

Trump afirmó que llegar a un acuerdo "sería preferible a hacer lo obvio", en aparente referencia a un hipotético ataque a Irán. "Lo obvio no es algo en lo que yo quiera involucrarme, ni, francamente, en lo que Israel quiera involucrarse, si se puede evitar", expresó. El presidente estadounidense, sin embargo, recordó que la situación con Teherán "se está volviendo muy peligrosa" y expresó su deseo de que "esas conversaciones tengan éxito". "Creo que sería lo mejor para Irán", concluyó.

Si finalmente estas conversaciones tienen lugar, sería el primer encuentro cara a cara entre ambos países desde que Trump se retirase en 2018 del acuerdo nuclear ratificado con Irán durante el mandato de Barack Obama. También tendrían lugar en un momento convulso en el que Teherán ha perdido sus defensas aéreas en torno a sus instalaciones nucleares debido a los bombardeos israelíes del pasado mes de octubre.

Trump envió hace unas semanas una carta al país persa y a su líder supremo, Alí Jameneí, a través de Emiratos Árabes en la que instaba a negociar su programa nuclear y ha amenazado en varias ocasiones con bombardear Irán si no se alcanza un acuerdo. Teherán respondió el 26 de marzo con el mensaje de que solo está dispuesto a conversar de manera indirecta con Washington, dadas las amenazas militares del mandatario estadounidense y la imposición de nuevas sanciones para cortar la venta de petróleo iraní.

Según la agencia de noticias estatal iraní, las conversaciones estarán lideradas por Abás Araqchí y Steve Witkoff, el enviado especial de Trump para Oriente Próximo, con la intermediación del ministro de Exteriores de Omán, Badr al-Busaidi.