D. Barreira
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El desplome de las bolsas de todo el mundo por culpa de sus aranceles inquieta a Donald Trump. Por ello, el presidente estadounidense ha reclamado este lunes a la Reserva Federal que baje los tipos de interés. Además, ha vuelto a cargar duramente contra China, a quien ha calificado de ser el "mayor abusador" por haber contestado a los gravámenes impuestos por Washington con una subida de aranceles del 34%.

"Los precios del petróleo han bajado, las tasas de interés han bajado (¡la lenta Reserva Federal debería recortarlas!), los precios de los alimentos han bajado, no hay inflación, y Estados Unidos, abusado durante tanto tiempo, ingresa miles de millones de dólares semanales de los países abusadores con aranceles ya vigentes", ha disparado Trump en un mensaje publicado en la red Truth Social. "¡Ya han ganado bastante, durante décadas, aprovechándose del viejo y bueno Estados Unidos!", ha añadido en relación a Pekín.

Unas palabras que se registran después de que sus principales asesores económicos hayan defendido los aranceles a lo largo de todo el fin de semana. "El hecho es que los países están furiosos y adoptando represalias, pero por otro lado también se están abriendo a negociar. Anoche recibí un informe del Representante de Comercio que indica que más de 50 países han contactado con el presidente para empezar una negociación", reveló Kevin Hassett, director del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca, rechazando la idea de que el bolsillo de los consumidores estadounidenses se vaya a ver afectado por los gravámenes a los productos importados.

Una protesta contra Trump en Los Ángeles. Daniel Cole Reuters

En una línea similar se manifestó Scott Bessent, secretario del Tesoro, que en otra entrevista aseguró que ese medio centenar de países pretende "reducir los aranceles y poner fin a la manipulación de sus divisas". Y aunque todas las declaraciones que emanan de la Administración de Donald Trump hay que cogerlas con pinzas debido a su volatilidad y cambios de parecer, lo cierto es que algunos Estados, sobre todo en Asia, sí han manifestado públicamente su intención de buscar una solución negociada para esquivar la guerra comercial.

Taiwán ha sido uno de ellos. El mandatario del país asiático, William Lai, anunció el domingo que no tomará represalias contra los aranceles del 32% impuestos por Trump a las importaciones isleñas, que representan el 23,4% de sus ventas al exterior, y que ya se ha creado un equipo para iniciar conversaciones formales con su socio. "Las inversiones de empresas taiwanesas en EEUU continuarán sin cambios, siempre que se ajusten a nuestros intereses nacionales", proclamó, al mismo tiempo que pidió eliminar las "barreras" comerciales existentes entre Taipéi y Washington.

Vietnam, por su parte, reclamó a Trump que retrase al menos 45 días la entrada en vigor del 46%, que debería empezar a aplicarse a partir del miércoles de esta semana. El secretario general del Partido Comunista, To Lam, envió al mandatario republicano una carta solicitándole que nombre a un representante para dirigir las negociaciones con el viceprimer ministro, Ho Duc Phoc, con el fin de llegar a un acuerdo "lo antes posible" y "en beneficio de ambos pueblos y para contribuir a la paz, la estabilidad y el desarrollo en la región y en el mundo".

"Acabo de tener una llamada muy productiva con To Lam, que me dijo que Vietnam quiere reducir sus aranceles a CERO (para las importaciones estadounidenses) si logra llegar a un acuerdo con los Estados Unidos (...). Le dije que esperaba una reunión en el futuro cercano", confirmó el propio Trump a través de un mensaje en la red Truth Social.