Los dos guardias que estaban encargados de vigilar a Jeffrey Epstein se durmieron y no revisaron la celda durante tres horas y falsificaron los documentos para encubrir su error, según los agentes judiciales y funcionarios de prisión que conocen el caso.

La información se ha conocido este martes, día en el que ambos guardias han sido apartados y el jefe de la prisión reasignado temporalmente. Los guardias habían declarado haber comprobado la situación de Epstein cada 30 minutos, como está reglado.

Estos testimonios falsos en un registro oficial pueden constituir un crimen, según cuenta The New York Times

El presidente Donald Trump había ordenado una investigación a fondo de las circunstancias que rodearon el suicidio del millonario y delincuente sexual en el Centro Correccional Metropolitan de Manhattan. 

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