Otra vez Colin Kaepernick, el quarterback 'vetado' de la NFL por su cruzada contra el racismo, ha vuelto a provocar un auténtico terremoto en Estados Unidos. Que sea precisamente él, el adalid del Black Power del siglo XXI, la figura elegida por la marca deportiva Nike para la campaña publicitaria que celebra el 30 aniversario del lema Just do it se ha interpretado como una auténtica traición por muchos estadounidenses.

Este martes, pocas horas después de que el exjugador de los San Francisco 49ers compartiese en su cuenta de Twitter la potente imagen de su cara en primer plano, en blanco y negro, bajo la consigna de "Cree en algo. Incluso si eso significa sacrificarlo todo", cientos de usuarios compartieron vídeos e imágenes en las redes sociales quemando y destrozando todo el material deportivo de su armario que tuviese bordado el swoosh, el conocido logotipo de la compañía deportiva.

Y es que Nike, cuyas acciones en bolsa se desplomaron ayer en torno a un 3% por la atrevida campaña, ha elegido como cara visible a un deportista que el mismo presidente de Estados Unidos calificó hace unos meses de "hijo de puta". Porque a Donald Trump, gran patriota y conservador, no le gustó que Kaepernick desprestigiase el himno americano y en vez de mantenerse erguido, con la mano en el corazón, hincase la rodilla en el suelo como señal de protesta.

Trump ha tardado apenas unas horas en criticar la campaña de marketing: “Es un mensaje terrible el que están enviando y el propósito por el que lo hacen. Quizá exista una razón por la cual lo hacen, pero no debería enviarse. No hay razón para ello", expresó el mandatario en una entrevista con The Daily Caller. También lanzó una advertencia a la marca deportiva por aliarse con uno de sus mayores enemigos: “Nike es mi inquilino. Pagan mucho por la renta”, dijo Trump recordando que la tienda Niketown de Nueva York está localizada en una de sus propiedades.

Este miércoles, el líder de los republicanos ha aprovechado uno de sus tuits matutinos para madarle otro recado a la empresa: "Igual que sucede con la NFL, cuyas audiencias se han desplomado, Nike está siendo destruida con furia y boicots. Me pregunto si se imaginaban que sería de esta manera".

A pesar de que “la promoción de Kaepernick” no le gusta en absoluto a Trump, el presidente estadounidense, sin embargo, aseguró que la campaña “refleja lo que es Estados Unidos, que tienes ciertas libertades para hacer cosas que otras personas no deberían hacer, pero, personalmente, estoy en un lado diferente de la situación”.

Colin Kaepernick, en un partido de los 49ers, cuando era el quarterback del equipo. Reuters

Por su parte, la liga de fútbol americano emitió un escueto comunicado en el que se mostraban a favor "del diálogo, el entendimiento y la unidad": "Adoptamos el rol y la responsabilidad de todos los involucrados en este juego para promover un cambio significativo y positivo en nuestras comunidades. Los problemas de justicia social que Colin y otros atletas profesionales han pasado, han despertado nuestra atención y acción".