El recién nombrado secretario de Estado de Estados Unidos y director de la CIA, Mike Pompeo, realizó una visita secreta a Corea del Norte durante el fin de semana de Semana Santa y se reunió con el líder norcoreano Kim Jong Un para planificar una cumbre con el presidente estadounidense Donald Trump, según anunciaron funcionarios estadounidenses.

El viaje de Pompeo a Pyonyang supone el contacto a más alto nivel con Kim Jong Un y demuestra la decisión más fuerte hasta el momento de la voluntad de Trump de convertirse en el primer presidente estadounidense en reunirse con un líder norcoreano.

Las conversaciones de Pompeo dan credibilidad a la posibilidad de que unas negociaciones productivas de Trump con Corea del Norte sobre sus programas de misiles nucleares y balísticos es posible, pero están lejos de ser garantizadas, según un alto funcionario de EEUU.

La visita, según otro funcionario estadounidense, fue organizada por el jefe de inteligencia de Corea del Sur, Suh Hoon, con su homólogo norcoreano, Kim Yong Chol, y tenía la intención de evaluar si Kim estaba preparado para sostener conversaciones serias con EEUU.

Pompeo, uno de los asesores en los que Trump más confía, regresó para informar de que valía la pena seguir buscando la posibilidad de una cumbre, pero agregó que no se había elegido ninguna lista concreta de opciones y, por consiguiente, hasta el momento no se habían realizado programas logísticos.

Trump explicó este martes que Estados Unidos estaba entablando conversaciones directas a "niveles extremadamente altos" con Corea del Norte para tratar de establecer una cumbre entre él y Kim.

Sembró cierta confusión al sugerir que había estado hablando directamente con Kim, pero luego lo aclaró: "Dejémoslo un poco más abajo del nivel más alto".

La portavoz Sarah Sanders agregó: "El presidente dijo que la Administración ha tenido conversaciones al más alto nivel y agregó que no habían sido hechas directamente con él".

Cuando se le preguntó por Pompeo, Sanders aseguró que "la Administración no comenta los viajes del director de la CIA".

Pompeo dijo en su audiencia de confirmación del Senado para el puesto de secretario de Estado esta semana que era optimista sobre la posibilidad de poner fecha a una cumbre Trump-Kim para un resultado diplomático con Corea del Norte, pero agregó que nadie tenía la ilusión de que un acuerdo integral pudiera ser alcanzado en esa reunión.

Pompeo insistió en que el objetivo de la cumbre sería "un acuerdo para que la dirección de Corea del Norte se alejara de los intentos de poner en peligro a Estados Unidos con armas nucleares" y que Pyongyang no debe esperar recompensas hasta que se tomen medidas irreversibles.

La noticia se produjo después de que Trump y el primer ministro japonés, Shinzo Abe, abrieran dos días de conversaciones en el retiro del presidente Mar-a-Lago en Palm Beach, Florida.

Trump dijo que creía que había mucha buena voluntad en el impulso diplomático con Corea del Norte, pero agregó que era posible que la cumbre, primero propuesta en marzo y que el presidente dijo podría tener lugar a fines de mayo o comienzos de junio, no ocurra.

Los esfuerzos para organizar una reunión sin precedentes han ayudado a aliviar las tensiones sobre el desarrollo de Pyongyang de misiles nucleares capaces de golpear a los Estados Unidos. Kim acordó discutir la desnuclearización, de acuerdo con funcionarios de Estados Unidos y Corea del Sur.

"Realmente creo que hay mucha buena voluntad, están sucediendo muchas cosas buenas", dijo Trump a los periodistas.

"Como siempre digo, veremos qué sucede, porque en última instancia es el resultado final lo que importa, no el hecho de que estamos pensando en tener una reunión o tener una reunión".

¿SITIO DE REUNIÓN?

Trump, quien ha intercambiado amenazas belicosas con Kim durante todo 2017, dijo que los funcionarios de EEUU estaban seleccionando cinco lugares para una reunión. Cuando se le preguntó si alguno de ellos estaba en territorio estadounidense, Trump respondió que "no".

Un funcionario explicó que los sitios estarían ubicados en el sudeste de Asia y Europa porque Kim rara vez ha salido de Corea del Norte.

La especulación se ha centrado en, además de Pyongyang, la zona desmilitarizada entre las Coreas, Estocolmo, Ginebra y Mongolia.