David Barreira Jesús Ossorio

"James Comey es un soplón y un mentiroso. Está comprobado. Todo el mundo en Washington pensaba que tenía que echarlo por el horroroso trabajo que estuvo haciendo. Filtró información clasificada, mintió ante el Congreso. Es una mentirosa bola de babas. ¡Fue un gran honor despedirlo!". Palabra del presidente de Estados Unidos.

Trump acusa al exdirector del FBI de ser un "probado soplón y mentiroso"

Como el propio Donald Trump se ha encargado de recordar este viernes, lo suyo con James Comey acabó muy mal. El exdirector del FBI fulminado en mayo del año pasado se fue del poder dejando un recado: guardaba por escrito transcripciones de todas y cada una las reuniones que mantuvo con el inquilino de la Casa Blanca. También apuntaba lo que se decían en las llamadas.

Comey ha decidido ahora dar forma de libro a su archivo personal. Una lealtad mayor llegará la semana que viene a las librerías de Estados Unidos pero la prensa ya está inundada de noticias sobre este nuevo retrato de la convulsa presidencia de Trump. Ni el propio presidente ha podido contenerse y sus furiosos tuits no han hecho más que aumentar la campaña mediática sobre esta venganza en forma de libro que retrata las rencillas entre ambos y tacha al presidente de personaje mafioso. Recopilamos las revelaciones más interesantes de las memorias del exdirector del FBI:

Primer encuentro 

En su visita a la Trump Tower el 4 enero de 2017 para reunirse por primera vez con el presidente electo, Comey se encontró con un hombre cuyo "rostro parecía ligeramente anaranjado (...) y tenía el pelo rubio brillante, increíblemente peinado. Me acuerdo de que me pregunté cuánto tiempo le llevaría por la mañana hacer eso". “Tras una cercana inspección me pareció todo suyo”, confiesa el entonces jefe de los agentes federales.

Injerencia rusa en las elecciones

En ese mismo encuentro de inteligencia anterior a la investidura, Comey informa a Trump del intento de Rusia de interferir a su favor en las elecciones de 2016. El exdirector del FBI afirma que se quedó sorprendido cuando el presidente y sus asesores no hicieron ninguna pregunta sobre el supuesto ataque perpetrado por los tentáculos del Kremlin y se centraron únicamente en las implicaciones políticas y en la estrategia a seguir para contener a la prensa -cuando los agentes todavía se encontraban presentes-. "¡Dios santo! Están intentando hacer con cada uno de nosotros un 'amica nostra'. Atraernos. Así de descabellado como suena, de repente tuve la sensación de que ... el presidente electo estaba intentando que todos fuésemos parte de la misma familia"

Trump, un mafioso

Si en la anterior declaración puede parecer que Comey llama a Trump mafioso entre líneas, el exdirector del FBI va más allá en las páginas siguientes: “Estar con él me traía a la memoria recuerdos de cuando era fiscal antimafia. El silencioso círculo del asentimiento. El completo control del boss. Los juramentos de lealtad. El mundo del nosotros-contra-ellos. La mentira permanente al servicio de una lealtad por encima de la moralidad y la verdad”.



El ‘pisgate’

En una conversación telefónica, Trump se mostró obsesionado con las afirmaciones que le relacionaban con prostitutas en Moscú en 2013 durante el certamen de Miss Universo. Supuestamente, el presidente le habría pedido a un grupo de prostitutas que orinase en la misma cama en la que había dormido el matrimonio Obama. Trump negó dicho acontecimiento: “¿Me ve usted acostándome con putas?”, le preguntó a Comey. "Tengo fobia a los gérmenes. Nunca dejaría que la gente mease sobre otra a mi alrededor".

La reacción de Comey fue partirse de risa: "Me salió una carcajada enorme. Me imaginé que la enorme suite presidencial del Ritz-Carlton de Moscú era suficientemente grande para una persona con fobia a los gérmenes mantuviese una distancia segura de la actividad".

El libro saldrá a la venta la semana que vien Reuters

El despido

James Comey se enteró de sus despido cuando estaba dando un discurso. La noticia llegó a través de las televisiones que se habían colocado detrás del estrado. El exdirector del FBI escribe que su teléfono permaneció en silencio, que solo recibió la llamada de John Kelly, el en aquel entonces secretario de Seguridad Nacional, para decir que "no entendía mi despido y que intentaría renunciar a su cargo como protesta. Dijo que no quería trabajar para gente deshonesta que trataría a alguien como a mí. Yo le dije que no hiciese eso, aduciendo que el país necesitaba gente con principios al lado del presidente. Especialmente de este presidente". John Kelly ha sido nombrado hace unas semanas jefe de gabinete.

“Un mentiroso congénito”

En el epílogo del libro, Comey cree que Estados Unidos “está pagando un precio muy alto” por el resultado de las elecciones de 2016. “Este presidente carece de ética y está desligado de la verdad y los valores institucionales”. Para el exdirector del FBI, la presidencia del magnate es como un “incendio forestal”: “Las normas y las tradiciones están siendo dañadas por las llamas. Pero los incendios, por muy dañinos que sean, traen crecimiento. En medio de este fuego ya vislumbro una nueva vida: gente joven comprometida como nunca y la prensa, la Justicia y todas las demás partes de la sociedad civil buscando una razón para florecer”.