La base de la Marina de EEUU en Asia y Pacífico es uno de los bastiones más importantes de la posición de Washington en el mundo. Sin embargo, un sólo hombre, un malasio apodado Leonard 'El Gordo' ha hecho temblar los cimientos de su flota de Blue Ridges.

En lo que ya es considerado el peor escándalo de la Marina, 15 oficiales y un marinero están imputados por aceptar sobornos o mentir acerca de sus vínculos con Leonard Glenn Francis.

Desde 2006 a 2013, Leonard tuvo acceso libre a la información, rutas y servicios que realizaban los barcos y sumbarinos de la Armada en los puertos asiáticos, además de a suculentos contratos para dar servicio.

¿A cambio? Los marines recibieron regalos, orgías con prostitutas, alcohol y habanos. En siete años, Leonard El Gordo celebró al menos 45 fiestas sexuales; los oficiales consumieron cenas y alcohol por un valor superior a un millón de euros y tuvieron acceso a vacaciones gratis, relojes de lujo, muebles antiguos o billetes de avión, entre otros regalos.

El fiscal tiene acreditado que, al menos, nueve marines filtraron información clasificada entre copa y copa. Leonard El Gordo tenía en su mano contratos de logística y operaciones pero lo más valioso fue conseguir los itinerarios clasificados de todos los barcos y submarinos de los EEUU que navegaban por la región.

El escándalo se destapó hace cinco años cuando Leonard Francis fue detenido y declarado culpable de soborno y fraude por más de 35 millones de dólares al Ejército. Sigue en prisión pero está cooperando con las autoridades mientras espera la sentencia final.

La investigación también ha tocado a los almirantes. La Justicia ha estudiado la labora de más de 60 y dos de ellos han sido acusados en un tribunal federal por su relación con Leonard, mientras que otros seis han sido censurados o disciplinados por la Marina, aunque todavía no ha salido a la luz los nombres.