El poderoso discurso de Oprah Winfrey en los Globos de Oro y su correspondiente ola de exaltación ante una hipotética carrera presidencial para 2020 ha dejado al menos una cosa clara: los demócratas están deseando encontrar ya un líder carismático que pueda medirse a Donald Trump en las próximas presidenciales de 2020. 

La turbulenta presidencia de Trump ha hecho que en sólo 24 horas EEUU se plantee como una opción factible y real que una presentadora de televisión retirada sea la próxima inquilina del Despacho Oval. La propia Oprah Winfrey ha tenido que negar en reiteradas ocasiones que esté en sus planes competir por la Casa Blanca o cualquier otro cargo público. Desde ayer pasó del ‘no’ rotundo al suspense y hasta dos personas de su entorno llegaron a afirmar a la CNN que “está pensando activamente en la posibilidad” de una carrera electoral.

El asunto no es sólo un trending topic y un vídeo viral. La prensa estadounidense analiza a conciencia las posibilidades de la que fuera la reina del ‘talk show’ y personalidades políticas de la altura de Nancy Pelosi ya no descartan nada a estas alturas de la película. La líder de los demócratas en la Cámara de Representantes ha sugerido que Winfrey podría ser la outsider que el partido necesita. "Ella ha leído libros y sabe cómo identificar el talento. Si vamos hacia un modelo en el que la falta de experiencia no importa...”, analizaba Pelosi a un grupo de periodistas, según el New York Times.

David Axelrod, uno de los ‘fontaneros’ de cabecera de Barack Obama, también se ha mojado: “No hay nadie que represente mejor la antítesis de Donald Trump que Oprah Winfrey”. Hasta que las ambiciones de la influyente estrella mediática sean oficiales, contribuimos a las quinielas repasando las razones por las que podría ser (o no) la próxima presidenta de Estados Unidos.

Una de las mujeres más admiradas

Es una de las fijas en la lista de las mujeres más admiradas del país que realiza regularmente Gallup. Lo cierto es que desde 2013 siempre ha estado por detrás de Hillary Clinton y Michelle Obama en este ránking, pero la tendencia de Winfrey es el alza. La dolorosa y reciente derrota de Clinton la deja fuera de cobertura y la exprimera dama Michelle Obama ha rechazado en múltiples ocasiones los cantos de sirena que le reclamaban que siguiera los pasos de su marido.

Al margen de su buena posición en esta estadística, en la que también se encuentran nombres tan dispares como Beyoncé Knowles y Kate Middleton, Oprah parece ser la única con posibilidades reales de romper aquel “techo de cristal” que Clinton arañó en las últimas presidenciales.

Es negra

Tras el primer presidente negro, la siguiente ‘barrera’ histórica por batir es que una mujer negra se convierta en presidenta. Oprah Winfrey es una activa militante contra el racismo y no sólo por su ya histórico discurso en los Globos de Oro. Además de hacer campaña por Hillary Clinton, fue una de las fijas durante la carrera hacia la Casa Blanca de Obama, en la que encarnó una ardua defensa de los derechos civiles de los negros en un país donde el racismo sigue siendo un problema. Aunque ya no presente ningún programa de televisión su tirón en este sector de la población, clave en muchos estados, es incontestable.

Su oratoria engancha y conecta

Décadas colándose en los hogares de millones de estadounidenses avalan la influencia de Oprah Winfrey. Sus programas de televisión trascendían la pantalla y la han convertido en un icono y un modelo a seguir, su fiel parroquia de seguidores no se cansa de su oratoria cercana. Muchos compran su discurso y lo seguirían haciendo si decide dar el paso. "En unas elecciones la mejor carta es la del reconocimiento de la gente, tener un nombre y eso se consigue teniendo a una celebrity en el cartel electoral", analiza Mark Kaplan, profesor universitario especialista en impacto mediático en Los Angeles Times.

Winfrey en un mitin de Obama en 2007 Reuters

Dinero y contactos

Al igual que Donald Trump se sirvió de su privilegiada situación económica para llegar a la Casa Blanca, la fortuna de la mediática Winfrey -valorada en 2.800 millones según Forbes- es otro de los mejores activos de su hipotética campaña. Ganar las elecciones cuesta mucho dinero para costear influencia y presencia en los medios. Oprah tiene la cartera y los contactos necesarios para hacer un buen papel si decidiera presentarse. Sin olvidar su estrecha relación con las altas esferas del poder en Hollywood. La poderosa industria del cine la valora y aún más desde el domingo pasado.

Una celebrity con nula experiencia política

Las mismas razones que pueden dar posibilidades a la hipotética candidatura Oprah 2020 pueden volverse en su contra. Winfrey es una celebridad global, una institución en Estados Unidos pero el país puede cansarse de tener a un famoso sin experiencia previa en la Administración pública después del ‘experimento’ de Trump.

“Ha dado uno de los mejores discursos políticos desde que Obama se retiró del primer plano, pero ¿Significa eso que EEUU quiera votar a otro famoso novato?, se pregunta la consultora política Rosa Kapolczynski en Los Angeles Times.

La propia Winfrey ha verbalizado en alguna entrevista en el pasado que descarta una carrera política por su falta de experiencia previa en este campo pero también ha señalado que esto ha cambiado tras la llegada de Trump, también con nula experiencia política, al Despacho Oval.

División entre los demócratas

Tras la derrota de Hillary Clinton y sin ningún sustituto claro en el horizonte, el partido demócrata está inmerso en una disputa interna sobre su línea política, su identidad y sobre cuál debe ser la hoja de ruta para disputarle la Casa Blanca a los republicanos en las próximas presidenciales

Para algunos sectores del partido, Oprah Winfrey sería una salida rápida al laberinto en el que se encuentran los demócratas aunque muchos se preguntan cuál sería el precio a largo plazo. Los que no ven lunática la idea de ella como candidata tiran de dos argumentos rápidos pero de peso: es un valor seguro entre dos sectores clave de los votantes: las mujeres y los afroamericanos.

¿Un coche para cada americano?

Ya han surgido hasta chistes internos en el partido Demócrata sobre cómo sería una presidencia con Oprah Winfrey y se bromea sobre si regalará un coche a cada estadounidense, como hizo en alguna ocasión con el público de sus programas.



El historial televisivo también puede lastrar sus opciones en una posible carrera hacia la Casa Blanca. Toda su vida estaría bajo un severo escrutinio y tantas horas en televisión pueden dar para mucho. Incluido para buscarle las cosquillas a Winfrey, quien ha dado su opinión personal sobre muchos asuntos.

Quinielas y especulaciones al margen, la decisión de dar el paso es sólo suya y para eso, la estrella mediática tiene que hacerse, sobre todo, una pregunta que formulaba con acierto el demócrata David Axelrod en las páginas del New York Times: “¿Querrá Oprah Winfrey someterse al implacable, duro y a veces absurdo proceso para convertirse en presidenta?”.