El presidente de EE.UU., Donald Trump, consideró que Estados Unidos "nunca" debió retirar a sus tropas de Irak tras invadir ese país en 2003, durante una reunión en la Casa Blanca con el primer ministro iraquí, Haidar al Abadi.

"Quizá no debimos haber entrado, pero ciertamente no debimos habernos ido. No deberíamos habernos ido nunca, jamás. Se creó un vacío y hemos hablado de lo que ocurrió", dijo Trump a los periodistas después de reunirse a solas con Al Abadi.

Trump fue así un paso más allá en sus críticas a la retirada de las tropas estadounidenses en 2011, de la que hasta ahora había afirmado que tuvo lugar demasiado pronto, se gestionó mal y debió ir acompañada de un control del petróleo iraquí.

Durante la campaña electoral, Trump acusó al ahora expresidente Barack Obama de ser el "fundador del Estado Islámico (EI)" debido al vacío que dejó en Irak la retirada estadounidense, con lo que contradijo su propia opinión expresada en 2011, cuando el empresario afirmó en una entrevista que EE.UU. debía haber salido antes del país.

"Vamos a librarnos del EI"

Trump también habló con Al Abadi sobre la campaña contra el EI y en particular de la ofensiva de las fuerzas iraquíes sobre la ciudad de Mosul, acerca de la cual el mandatario estadounidense indicó que "está avanzando". "Vamos a librarnos del Estado Islámico", prometió Trump y aseguró que eso ya "está ocurriendo ahora mismo".

"Hay muchas cosas que son diferentes ahora que hace apenas cinco o seis semanas", subrayó Trump, que cumple dos meses en el poder.

Afirmó, además, que habló con Al Abadi sobre el acuerdo nuclear logrado en 2015 entre EE.UU., Irán y otras cinco potencias porque "nadie ha podido entender por qué" se alcanzó ese pacto que él ha criticado sin cesar, pero del que hasta ahora no ha dado señales de querer retirarse.

Irak busca más cooperación

Al Abadi, por su parte, aseguró que buscaba "más cooperación" con Estados Unidos en la lucha antiterrorista y agradeció a Trump que retirara a los iraquíes de su orden migratoria revisada, que ahora afecta a los refugiados y a ciudadanos de seis países de mayoría musulmana, y que se encuentra bloqueada por un juez.

"Nuestras preocupaciones y las suyas son las mismas, dado que sus tropas (de EE.UU.) proporcionan cobertura aérea a nuestras tropas", dijo Al Abadi a Trump.

Actualmente, Estados Unidos tiene desplegados unos 5.000 soldados en Irak para asistir y entrenar a las tropas kurdas e iraquíes, que han retomado parte del territorio que los yihadistas de EI habían conseguido consolidar en 2014, como la mayor parte de Mosul, la segunda ciudad del país.

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