"Vamos a tener seguro médico para todos", asevera el futuro mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, en una entrevista con The Washington Post"Existe la filosofía en ciertos círculos de que, si no lo puedes pagar, te quedas sin él. [Pero] eso no va a ocurrir con nosotros".

El presidente electo, que toma posesión este viernes día 20, también ha prometido enfrentarse a la industria farmacéutica "políticamente protegida" obligándola a negociar precios directamente con el Gobierno para los programas públicos Medicaid y Medicare. Pero Trump no ha ofrecido más detalles sobre su plan de reforma sanitaria.

En su primera conferencia de prensa como presidente electo el pasado miércoles, Trump reiteró una vez más su intención de "repeler y sustituir" el "desastre" de reforma sanitaria del presidente saliente, Barack Obama, conocida popularmente como Obamacare. Tras las elecciones, el magnate convertido a político aseguró que intentaría mantener elementos positivos de la reforma de su antecesor.

Considerada la medida doméstica más emblemática de Obama, Obamacare ha dado acceso a un seguro medico a en torno a 20 millones de estadounidenses. Obliga a los estadounidenses a adquirir un seguro, impide a las aseguradoras negar servicios por condiciones preexistentes del cliente y establece un mercado de seguros donde los ciudadanos pueden comparar tarifas y recibir asistencia financiera.

Los republicanos han hecho de la derogación de Obamacare uno de sus estandartes de batalla, ya que lo entienden como una intromisión nociva del Estado en el sector sanitario. La semana pasada el Congreso, controlado por los republicanos, aprobó una resolución que supone el primer paso en la eliminación y sustitución de Obamacare.

En su programa electoral, Trump esbozaba un sistema sanitario basado en la promoción de la competencia interestatal y las cuentas de ahorro privadas para gastos sanitarios.

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