Donald Trump, cada vez más solo en la recta final de las elecciones en EEUU. Este lunes ha sido el influyente Paul Ryan, presidente de la Cámara de Representantes, el que ha marcado las distancias con el candidato republicano a la Casa Blanca. Ryan, que estuvo en el ticket republicano de 2012 como candidato a vicepresidente de Mitt Romney, ha anunciado que no hará campaña a favor de Trump en lo que resta hasta el 8 de noviembre. 

En una conferencia telefónica con otros legisladores republicanos, Ryan insistió a sus colegas en que deben centrarse en ser reelegidos en sus distritos en las elecciones legislativas que también se celebrarán el próximo 8 de noviembre. 

Los republicanos, que actualmente tienen la mayoría tanto de la Cámara de Representantes como del Senado, temen perder su hegemonía en los próximos comicios por un posible efecto negativo de la candidatura del multimillonario Trump.

"Todos tenéis que hacer lo que sea mejor para vosotros en vuestros distritos", dijo Ryan en la llamada, según fuentes conocedoras de la conferencia citadas por varios medios.



Las palabras de Ryan hacia sus compañeros conservadores se producen apenas unos días después de que se revelara una cinta de Trump que data de 2005 y en la que se escucha al magnate haciendo comentarios soeces y vulgares sobre acoso sexual a las mujeres.



El presidente de la Cámara de Representantes tenía previsto celebrar su primer acto de campaña con Trump este sábado en Wisconsin, estado al que representa, pero tras la revelación de la grabación retiró su invitación al candidato.



No obstante, pese a negarse a impulsar su candidatura, Ryan no retirará su apoyo oficial a Trump, algo que muchos republicanos en el Congreso han hecho este fin de semana después del último escándalo.

Por su parte, Trump ha recomendado a Paul Ryan que "pase más tiempo tratando la inmigración ilegal que criticando al candidato republicano".