Cleveland (Ohio)

Jorge Villarreal, de 19 años, quería que Jeb Bush fuera el próximo presidente de Estados Unidos, pero este martes se resignó a ver con sus propios ojos cómo los delegados de la Convención Nacional Republicana ungían a Donald Trump como candidato presidencial. Al ser un delegado de Texas, el joven tuvo que votar por Ted Cruz, quien ganó ese estado en las primarias presidenciales.

Trump califica como "histórica" su victoria en las primarias republicanas

“Me preocupa mucho la retórica de Trump, creo que va a herirnos a nosotros, la comunidad hispana”, dice Villarreal a EL ESPAÑOL. Sus padres son oriundos de México, donde crecieron. Él pasó un par de años al sur de la frontera. “Esto va a terminar mal para nosotros en noviembre”.

Villarreal, estudiante de Economía, se ha quejado de las posturas xenófobas, racistas e islamofóbas que ha ofrecido Trump durante la campaña. Dice que el magnate ataca a grupos que no pueden defenderse. “Si eres inmigrantes y estás acá ilegalmente, no puedes defenderte porque te deportan”, afirma. “Muchos delegados van a terminar votando a Trump porque tienen más miedo de Hillary”.

Hay una gran cantidad de delegados que viajaron hasta Cleveland para la Convención Republicana que viven el encuentro casi como un calvario. Algunos han cerrado filas alrededor de Trump, respondiendo así al llamamiento a la unidad partidaria. Muchos lo hacen sólo porque detestan a la candidata demócrata, Hillary Clinton, devenida en un impensado catalizador de unidad republicana. Otros se resignan a una derrota inevitable y sólo aspiran a que los próximos cuatro años pasen lo más rápido posible.

Trump logra los 1.237 votos

En la votación celebrada en la convención, Trump, que no estuvo presente y debe aceptar la candidatura, logró superar los 1.237 votos de los delegados, el mínimo necesario para oficializar la nominación.

Varios estados decidieron ceder su turno, que seguía inicialmente el orden alfabético, para que las cuentas permitieran que Nueva York declarara de manera matemática la nominación de Donald Trump.

El primogénito de Trump, Donald Jr., leyó la designación de delegados del estado de Nueva York con el que se superó el umbral necesario para formalizar la nominación, acompañado de su hermana Ivanka y su hermano Eric.

"Es un honor increíble haber sido parte de este viaje", aseguró el hijo de Trump en el plenario del estadio Quicken Loans de Cleveland. "Esto ya no es una campaña, es un movimiento", remarcó Trump júnior al otorgar 89 delegados de 95 a su padre.

Con este trámite, Donald Trump se convierte en el nominado oficial del Partido Republicano y solo resta que acepte la candidatura el jueves en su discurso de cierre del cónclave que comenzó este lunes.

"Hillary es deshonesta"

“Estamos acá para respaldar a Trump. Quien quiera que le gane a Hillary, vamos a apoyarlo”, comenta Leslie Pierce, de Nuevo México. “Cualquiera que le gane a Hillary, nos gusta”, agrega, hablando por ella y por su marido, Rick Pierce. Rick hubiera preferido votar por Cruz. “Trump es de Nueva York y nunca se puede confiar en un neoyorquino. Me gustan los valores de Cruz, valores del Sur contra los valores de Nueva York”, dice Rick, que lleva uno de los clásicos sombreros de los vaqueros sureños y habla con un fuerte acento texano.

Ambos se muestran optimistas de que, después de la Convención, el Partido Republicano terminará de unirse en torno a Trump porque, en palabras de Leslie, Hillary es “tan, tan mala, es deshonesta, antiamericana y la peor candidata que los demócratas podían haber elegido”.

Lejos de preocuparse por la retórica de Trump, Leslie confía en que no hará muchas de las cosas que prometió y que causaron polémica, como la prohibición para que los musulmanes ingresen en el país. “Cuando llegue, va a ser lo que el partido diga, va a caer dentro de las líneas del partido”, dice Leslie.

Kristina Ferraro, una madre de tres hijos, delegada de Ohio, natural de Columbus, apoya a John Kasich, el gobernador de su estado, y el republicano moderado al que muchos querían ver como candidato presidencial.

“Es lo que es”, resume al hablar de sus sentimientos. “¿Cómo me siento? El proceso político es así. Voy a votar por Kasich. Para noviembre, estoy indecisa. Donald Trump todavía tiene que probarme que es el hombre indicado para cambiar al país. Todavía tiene que probarme eso”, ha agregado.

Ferraro llama a Kasich por su nombre, y destaca que en las primarias mostró su “madurez, y su respeto por la gente del país”. Ha sido una de las razones por las que lo ha votado, ha afirmado, y dice que espera verlo de vuelta alguna vez en el futuro.

Ernie Wittenborn, un delegado de Carolina del Norte, era otro de los que quería ver como candidato a Ted Cruz, el senador ultraconservador de Texas a quien algunos veían como una elección más peligrosa que Trump.

“Estamos totalmente con de Trump”, asegura Wittenborn, que aparenta unos 70 años y no confiesa su edad. “Creo que es un hombre de negocios magnífico”. Cuando se le recuerda que Trump ha llevado a empresas a la quiebra y que muchos de sus negocios han fracasado, desecha las críticas, y afirma: “Algunas veces los negocios funcionan, y cuando no funcionan, haces otra cosa”.