Las claves
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Ha desembarcado en el Palacio de La Moneda el sector más a la derecha del espectro político.
Por primera vez la ultraderecha toma las riendas del poder en Chile desde el retorno de la democracia.
José Antonio Kast (1966), abogado, dirigente gremialista y exdiputado de la UDI, que le dijo sí a Pinochet en el plebiscito de 1989 y ha defendido durante toda su trayectoria política la obra de la dictadura militar, se impuso en las urnas con holgura, superando con el 58,2% de los votos a Jeannette Jara, abanderada del Partido Comunista (PC) y la centroizquierda, quien quedó con sólo el 41,8% de los sufragios emitidos.
Se trata de una victoria que se hace eco de fenómenos como el de Javier Milei en Argentina y a la vez da un golpe al mentón de una izquierda incapaz de sostenerse en el poder más allá de un mandato.
Bajo el eslogan de avanzar hacia un “gobierno de emergencia”, dado el avance del narcotráfico y la inmigración ilegal, y con la consigna de “cambio” versus “continuidad” el fundador del Partido Republicano llegará al Poder Ejecutivo el 11 de marzo del año próximo.
Y lo hará, probablemente, no sólo con el partido al que pertenece, sino también con varias personas de la centroderecha tradicional e incluso algunos rostros que vienen de otro cerco doctrinario.
Gorras al estilo MAGA
Conforme avanzaban los minutos, decenas de personas concurrían al centro de operaciones del presidenciable Kast con banderas chilenas abrazando sus cuerpos y gorras color rojo que hacen recordar a aquellos que acompañan habitualmente al mandatario estadounidense, Donald Trump.
En tanto, el ambiente en París-Londres, barrio situado en el centro de la ciudad y lugar en el que Jara vivió la jornada electoral, era fúnebre. Lo era, aunque se intentaba disimular con bailes y sonrisas.
Pese a la falta de incertidumbre sobre los resultados, fue la contundencia de la derrota lo que más tristeza y preocupación generó. Pese a ello, a una hora aproximadamente desde el inicio del conteo, Jara reconoció su derrota, llamó al presidente electo. Poco después, se acercó hasta su propio centro de operaciones para saludar personalmente a Kast.
En paralelo, en palacio, el presidente Boric, quien se reunirá este lunes con el ultraderechista Kast para iniciar el traspaso de funciones, hizo un discurso de índole conciliadora y llamando a la unidad entre chilenos. Rodeado de algunos de sus ministros, entre ellos la portavoz de Gobierno, Camila Vallejo, reconoció que lo que lo une con el vencedor de la jornada “es más grande” que las diferencias políticas e ideológicas y que “siempre estará a disposición” para colaborar en lo que sea necesario.
Tono distinto al que sostuvo durante gran parte de la campaña, periodo en que él y su gabinete se esmeraron en criticar a su oponente y advertir sobre su amenaza. Cuestión, que en el lente de algunos analistas, no fue una buena estrategia dada la falta de popularidad que se acarreaba.
Rubio, Abascal, Milei
Las reacciones, desde el mundo, tampoco tardaron en llegar. “Felicitaciones al presidente electo de Chile José Antonio Kast por su victoria. Estados Unidos espera colaborar con su Administración para fortalecer la seguridad regional y revitalizar nuestra relación comercial”, escribió Marco Rubio, secretario de Estado de Estados Unidos.
Un mensaje que llega en medio de tensiones entre ambos países por el futuro de la visa waiver, documento que ayuda a chilenos a entrar en territorio norteamericano y que Trump ha insinuado acabar con ello.
En el continente, quienes se perfilan como socios estratégicos del presidente electo, también dijeron presente en las redes sociales. Fiel a su estilo y desde su cuenta de X, Milei, que es amigo de Kast desde hace años y quienes han compartido en foros en distintos países, dijo: “Un paso más de nuestra región en defensa de la vida, la libertad y la propiedad privada. Estoy seguro que vamos a trabajar juntos para que América abrace las ideas de la libertad y podamos liberarnos del yugo opresor del socialismo del siglo XXI…!!!”.
Sólo horas antes, en la mañana, Kast aseguró tener “grandes sueños con Milei”, anticipando lo que seguro será un lazo sólido en adelante.
Desde Ecuador, su jefe de Estado, Daniel Noboa, caracterizado, al igual que Kast, por una retórica de “mano dura” contra la delincuencia y el crimen, se sumó a las felicitaciones. Lo mismo el líder de Vox, Santiago Abascal, quien le entregó su “enhorabuena a mi querido amigo y aliado”, añadiendo que lo ocurrido es “justo lo que Chile necesita para abrir una nueva etapa de esperanza, orden y futuro”.
La cercanía de Kast con Vox es larga y tiene como gran antecedente la visita del político chileno a Madrid, en mayo de 2024, para asistir a una cumbre en común. Durante esa gira, también visitó a víctimas del terrorismo del grupo independentista vasco ETA.
De la resaca electoral, bien se sabe en los pasillos del Partido Republicano, habrá que transitar a un verano lleno de desafíos en la definición de prioridades y el armado de equipos. Con un país hastiado del avance de los delitos y urgido por la oferta de empleo hoy disponible, el manejo de las expectativas se perfila como una de las dificultades más importantes para el nuevo presidente.
Y es por eso, que el mandatario electo, en su discurso inaugural, enfatizó en que no existen “soluciones mágicas”, pidió paciencia a la ciudadanía, hizo gestos a la unidad en el sector y pidió que la oposición sea constructiva. El peso de la gobernabilidad ya descansa en sus hombros.
