Las claves
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Sigue escalando la tensión entre Venezuela y Estados Unidos ante el riesgo de un conflicto bélico. Caracas anunció este domingo la captura de un grupo mercenario que supuestamente manejaba "información directa" de la CIA y acusó a Washington de promover "un ataque de falsa bandera" con el objetivo de hacer estallar una guerra entre ambos países.
El Gobierno de Nicolás Maduro comparó este escenario con "las provocaciones del acorazado Maine y del Golfo de Tonkin", dos operaciones que sirvieron como pretexto a EEUU para embarcarse en las guerras hispano-cubana en 1898 y la de Vietnam en 1964.
"Venezuela informa que ha capturado a un grupo mercenario con información directa de la agencia de inteligencia estadounidense, CIA, pudiendo determinar que está en curso un ataque de falsa bandera desde aguas limítrofes con Trinidad y Tobago, o desde el propio territorio trinitense o venezolano, que genere un enfrentamiento militar completo contra nuestro país", denunció Caracas en un comunicado difundido por el Ministerio de Información.
El ministro de Defensa, a través de otro mensaje publicado en redes sociales, insistió en esta línea: "La guerra siempre va precedida de la desinformación, la manipulación y la mentira. Por ello, el Gobierno de EEUU busca un incidente para justificar una agresión militar contra nuestra nación, ya que el relato del narcotráfico se les agotó".
El Ejecutivo de Maduro describió como "provocación militar de Trinidad y Tobago en coordinación con la CIA" los ejercicios militares con EEUU anunciados el viernes e iniciados este domingo, que conllevaron la llegada a Puerto España del buque de guerra USS Gravely de manera paralela al del mayor portaaviones norteamericano, el USS Gerald R. Ford. Washington justificó este movimiento como parte de la lucha contra organizaciones dedicadas al narcotráfico en aguas del Caribe.
El portaviones 'USS Gerald R. Ford' en una foto de archivo en las costas de Mallorca.
"La República Bolivariana de Venezuela denuncia ante la comunidad internacional la peligrosa realización de ejercicios militares por parte del Gobierno de Trinidad y Tobago entre el 26 y 30 del presente mes, bajo coordinación, financiamiento y control del Comando Sur de Estados Unidos, acción que constituye una provocación hostil contra Venezuela y una grave amenaza a la paz del Caribe", añadió el comunicado.
Tropas movilizadas
El régimen chavista señaló a Trinidad y Tobago por "renunciar a su soberanía" y "actuar como colonia militar subordinada a los intereses hegemónicos estadounidenses, convirtiendo su territorio en un portaviones de EEUU para la guerra en todo el Caribe contra Venezuela, contra Colombia y contra toda Sudamérica".
A juicio de Caracas, la primera ministra trinitense, Kamla Persad Bissessar, "viola la Carta de las Naciones Unidas, la proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz aprobada por la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y los principios de la Comunidad del Caribe (Caricom)".
Además, el Gobierno venezolano argumentó que la política de la dirigente trinitense ha golpeado a su propia población: "Pescadores inocentes han sido víctimas de ejecuciones extrajudiciales en el mar Caribe, revelando el carácter represivo y criminal del actual gobierno, que dispara contra su propia gente (...) y celebra que los trinitenses sean ejecutados sumariamente mientras abre las puertas a tropas extranjeras asesinas".
"Venezuela no acepta amenazas de ningún gobierno vasallo de los EEUU. No nos intimidan ejercicios militares ni gritos de guerra", reza el documento en el que Caracas ha incidido en que sus Fuerzas Armadas permanecerán movilizadas y en alerta.
La movilización estadounidense en el Caribe se produce tras la muerte de once personas en tres ataques estadounidenses contra supuestas narcolanchas la pasada semana en aguas del Pacífico oriental y del Caribe, paralelas al anuncio por parte de Donald Trump de operaciones en tierra contra el narcotráfico.
Los principales blancos de Trump en la región han sido Colombia y sobre todo Venezuela, con quien el mandatario republicano afirmó que en su Administración no están "muy contentos, por muchas razones", aunque el narcotráfico es solo "una de ellas". Previamente, el presidente norteamericano ya había dado luz verde al desarrollo de operaciones en Venezuela por parte de la CIA, mientras que Maduro ordenó el despliegue indefinido de tropas y recursos en cinco provincias, ampliando la movilización de 15.000 soldados que siguió al primer ataque estadounidense contra embarcaciones en el Caribe.
