Los ecuatorianos votan hoy en lo que se espera que sea una reñida carrera presidencial entre el actual presidente Daniel Noboa, quien dice que necesita más tiempo para combatir a las bandas de narcotraficantes e impulsar la economía, y la izquierdista Luisa González, cuya elección marcaría un regreso a las políticas socialistas que gobernaron el país durante una década.
Los asesinatos, el contrabando de armas, el robo de combustible, la extorsión y otros delitos cometidos por grupos criminales locales aliados con los cárteles mexicanos y la mafia albanesa se han disparado en los últimos cinco años a medida que la economía ha luchado por recuperarse después de la pandemia y el desempleo ha aumentado.
El Ejército ecuatoriano informó este sábado de que ha desplegado un amplio dispositivo de control y vigilancia en los principales puntos de frontera con Colombia y Perú, cerrados al tránsito terrestre, antes de las elecciones de este domingo. Ecuador celebra estas elecciones bajo el "conflicto armado interno" declarado por Noboa en 2024 para tratar de contrarrestar la escalada de violencia criminal que situó al país a la cabeza de Latinoamérica en índice de homicidios, algo que se ha recrudecido en este inicio de 2025, en el que se registra un promedio de un asesinato por hora.
Indígenas asisten a una reunión para resolver problemas en su comunidad un día antes de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del domingo, en Maca Ugshaloma, Ecuador.
Noboa, quien ha sido presidente por poco más de 16 meses después de vencer a González en una carrera de 2023 para terminar el mandato de su predecesor, terminó solo 16.746 votos por delante de su rival en una primera ronda en febrero. Los encuestadores dicen que cualquiera de los dos podría ganar.
Ambos candidatos, así como el mentor de González, el expresidente Rafael Correa, han instado a sus observadores a prevenir posibles fraudes. Cada uno cuenta con más de 45.000 observadores en sus centros de votación.
Noboa, un heredero empresario de 37 años, dice que su plan de seguridad "Phoenix", que incluye despliegues militares en las calles, mayor seguridad portuaria y más incautaciones de drogas y armas, está dando dividendos, incluida una reducción del 15% en las muertes violentas el año pasado.
"Los ecuatorianos queremos un cambio real", dijo Noboa en su último acto de campaña en Guayaquil el jueves. "Este domingo daremos una lección a esa revolución fallida, a esos malos funcionarios que nos atacan, a todas las mafias que nos han arrebatado la paz y a toda la corrupción que nos ha impedido avanzar".
Noboa ha pronosticado un crecimiento económico del 4% este año si sus políticas, que incluyen un aumento de la recaudación fiscal y algunas medidas de austeridad, continúan. Se ha comprometido a evitar nuevos recortes energéticos e impulsar el sector petrolero con inversión privada.
También ha tomado medidas recientes, como distribuir pagos a personas afectadas por un derrame de petróleo y a pequeñas empresas afectadas por inundaciones, que parecen orientadas a ganar votos.
"Todo lo que otros gobiernos no hicieron, Daniel Noboa ha demostrado que se puede hacer", dijo Janeth Torres, de 54 años, líder de campaña de Noboa en la provincia de Esmeraldas. "Él sabe cómo resolver problemas".
Pero González, quien ha prometido revivir los programas sociales implementados por Correa durante su década en el poder a partir de 2007, así como mejorar la seguridad, dice que Noboa ha improvisado su gobierno.
Cierre de fronteras
El viernes, Noboa volvió a cerrar las fronteras terrestres de su país para impedir el ingreso de extranjeros en las elecciones, como medida de seguridad para reducir el riesgo de posibles atentados de bandas criminales durante la votación.
Al igual que en la primera vuelta, Noboa emitió un decreto en el que ordenó "la limitación de ingreso" a Ecuador de todo extranjero desde las 16:00 del viernes 11 de abril de 2025 hasta las 23:59 del lunes 14 de abril de 2025.
En el decreto señala que en "la zona fronteriza se han identificado actividades ilícitas y una ola de violencia en diversos sectores, por lo que es necesario que el Gobierno implemente medidas para garantizar la seguridad".
En la zona limítrofe, un militar ecuatoriano dijo a Efe que unos 1.700 militares protegen la frontera norte de Ecuador, mientras que Nélson Chamorro, mayor del Ejército colombiano, indicó que unos 800 militares de su país están en los 175 kilómetros de frontera "para garantizar la soberanía de ambos países".
"En la vía al mar, que también colinda con Ecuador, el orden público está un poquito alterado, teniendo en cuenta que son corredores de movilidad, y tenemos -dijo- los grupos armados organizados de manera tangible, pero, por ahora, el orden público se mantiene controlado con la fuerza pública colombo-ecuatoriana".