El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, ha decidido afrontar el juicio político al que lo someterá su Parlamento, y que fue aprobado el pasado miércoles por la Corte Constitucional del país. La alternativa que la Constitución ecuatoriana ofrecía a Lasso en esta situación era disolver el parlamento.
El jueves pasado, recién aprobada la celebración de esta suerte de moción, el por ahora presidente reivindicó su inocencia frente a la acusación, y su aceptación de someterse a juicio político ante la Asamblea Nacional "porque es mi obligación poner la cara ante el pueblo", según declaró al medio nacional Ecuavisa.
La Asamblea Nacional de Ecuador acusa a Lasso de peculado, un delito consistente en la corrupción de fondos públicos. El presidente ecuatoriano estaría envuelto en una trama de malversación de empresas públicas en las que aparece también su cuñado, el empresario Danilo Carrera.
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El presidente, de 67 años, dijo que "no podía dictar la 'muerte cruzada' [disolver la Asamblea Nacional y huir de la moción] dejando la duda de qué es lo que verdaderamente habría sucedido con el juicio político porque soy un demócrata, porque pongo el pecho a las balas en todos los ámbitos de mi vida".
La propuesta de proceso de destitución de Lasso fue planteada por 104 de los 137 parlamentarios de la Asamblea ecuatoriana. El informe favorable de "admisibilidad" que presentó la Corte Constitucional el miércoles fue aprobado por seis de los nueve jueces que integran el máximo organismo de control constitucional del país.
Guillermo Lasso, presidente de Ecuador, llegaba el jueves al Centro Cultural Metropolitano de Quito.
Tanto la oposición política como el órgano judicial acusan a Guillermo Lasso por peculado y delito de concusión. En enero, se filtraron mensajes de audio en los que funcionarios del gobierno del presidente designaban puestos públicos a voluntad propia.
En estas notas de voz, se insinúa la implicación de Lasso en el desvío de contratos públicos de la empresa estatal Flota Petrolera Ecuatoriana (Flopec) entre 2018 y 2020, antes de asumir su actual cargo en mayo de 2021.
Se vincula también al presidente a las corruptelas de su cuñado, el empresario Danilo Carrera, quien podría haber sido parte de un nexo con la mafia albanesa a través del recién asesinado Rubén Chérrez.
Tras conocer la noticia de su proceso de destitución, Guillermo Lasso pidió a "los asambleístas que tienen decencia, que sí los hay, aquellos asambleístas a los que se les han engañado con información falsa u omisión de información, que reflexionen y recapaciten en bien del Ecuador, de la estabilidad del país".
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El presidente asistirá a la Asamblea y será juzgado por sus oponentes políticos. Para su destitución, se necesitará el voto de 92 de los 137 congresistas que componen la Asamblea Nacional de Ecuador. Lasso confía en que superará el proceso, y permanecerá como presidente del país.
"Tengo la entereza y la firmeza de mostrarle al Ecuador de una vez por todas la verdad", dijo a Ecuavisa, "la conexión entre las mafias del narcotráfico y la corrupción con algunos asambleístas que se han puesto al servicio de estas mafias".
El Parlamento avoca la moción
Este lunes, la Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional ecuatoriana se reunió para avocar conocimiento de la solicitud de juicio político de censura a Lasso. En ella se inició el trámite de sustentación de la moción al presidente actual.
Según el cronograma, hay diez días para la presentación de pruebas de cargo y descargo, diez más para la evacuación de la prueba y otros diez para la redacción de un informe motivado con la recomendación de proseguir o no con el juicio.
El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, protegido con mantas antibalas el pasado jueves.
Ese informe debe ser entregado al presidente de la Asamblea Nacional, Virgilio Saquicela, según informa Efe. Tras ello, y en el plazo máximo de tres días, Saquicela dispondrá la difusión del informe, y tras 48 horas de esa difusión, tendrá cinco días para convocar la sesión en la que se celebrará el juicio político.