Las muerte a golpes del joven Fernando Báez Sosa, presuntamente a manos de diez jugadores de un equipo de rugby, abrió un periodo de reflexión en Argentina sobre la violencia entre los jóvenes que perdura hasta este miércoles.

El suceso se produjo el pasado fin de semana a la salida de una discoteca en la costera ciudad de Villa Gesell, en la provincia de Buenos Aires, un destino turístico frecuente entre los jóvenes en el verano austral.

Desde entonces han surgido novedades en el caso, al tiempo que el debate sobre la violencia entre los jóvenes y en el deporte se recrudece en el país sudamericano.

Pese a que inicialmente hubo once detenidos, uno de ellos, Pablo Ventura, habría sido falsamente incriminado por los otros diez y fue liberado, aunque de momento permanecerá ligado a la investigación.

De los otros diez, dos fueron acusados de coautores del asesinato y los otros ocho de partícipes necesarios, según explicó al medio local TN el fiscal general de Dolores -jurisdicción a la que corresponde el caso-, Diego Escoda.

La investigación

En su intervención, Escoda aclaró que, pese a que los acusados se dividan en coautores y partícipes necesarios -los cuales habrían evitado que los amigos de Fernando ayudaran al joven mientras los otros lo golpeaban-, todos se enfrentan a la misma pena: la cadena perpetua.

En otras declaraciones a Radio la Red, el fiscal afirmó que en función del avance de la investigación podrían añadirse más "coautores".

Según el peritaje, el rostro de Fernando presenta restos de una huella fruto de un golpe, que habría provocado un gran "sangrado interno" que terminó con su vida.

De acuerdo a Escoda, ahora se hará un nuevo peritaje que cotejará esa huella con el calzado de los acusados para identificar al agresor.

Además, el jueves comenzarán las rondas de reconocimiento de los acusados en las que también participará el ya en libertad Ventura.

Gran impacto mediático

La muerte de Fernando lleva ocupando titulares y espacio televisivo durante días y continúa generando un fuerte rechazo en toda la sociedad argentina.

Tanto la Unión Argentina de Rugby, que anunció la puesta en marcha de programas para concienciar contra la violencia, como diversas figuras reconocidas entre los argentinos han mostrado sus condolencias y el rechazo al suceso, que muchos vincularon con factores latentes de la sociedad, como el machismo.

Es el caso de la artista Jimena Barón, quien canceló dos conciertos que tenía en la ciudad para exigir justicia por el caso y evitar "aportar a que escondan bajo la alfombra la muerte de un pibe que fue a bailar y terminó asesinado por diez machitos", según publicó en la red social Twitter.

El ministro de seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, aseguró en una comparecencia ante los medios que "no se trata de un caso aislado", ya que cada año pasan "30 o 40 casos similares" a la salida de discotecas.

Tampoco esta circunstancia es extraña en el deporte argentino, que se ha visto salpicado en los últimos años por otras palizas multitudinarias en el caso del rugby.

En cuanto al deporte más seguido en el país, el fútbol, se produjeron varias acusaciones de violencia machista contra jugadores en activo a las que hay que sumar los frecuentes incidentes entre aficiones, como los ocurridos durante la final de la Copa Libertadores de 2018 entre River Plate y Boca Juniors, que finalmente se celebró en Madrid.

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