Jair Bolsonaro vuelve  a estar en jaque en Brasil. Esta vez es la investigación sobre el asesinato de la concejala Marielle Franco, muerta a tiros en marzo de 2018, en la que uno de los testigos le ha implicado. En la declaración que el portero del edificio en el que reside el presidente de Brasil ha prestado a la policía, el hombre afirma que uno de los principales sospechosos del asesinato de Franco apareció en el edificio pidiendo hablar con Bolsonaro, horas antes de que el crimen se cometiera. 

Según las declaraciones del portero, a las que ha tenido acceso la televisión Globo, Élcio Queiroz, acusado de conducir el coche desde donde se disparó a Franco, dijo en la portería del edificio donde vive Bolsonaro, en Rio de Janeiro, que quería reunirse con él. El portero llamó entonces a la casa del presidente en la que autorizaron la entrada de Queiroz.

Sin embargo, Queiroz acabó dirigiéndose al domicilio de Ronnie Lessa, acusado de haber sido el autor de los disparos que mataron a la concejala y quien vive en la misma urbanización que el presidente brasileño. 

En la declaración, el portero identificó al interlocutor de la vivienda de Bolsonaro como siendo el propio presidente pero ese día Bolsonaro, en ese momento diputado federal, estaba en Brasília, por lo que no pudo haber sido él. Su hijo, Carlos Bolsonaro, vive en el mismo edificio.

Bolsonaro ha desmentido cualquier relación con el crimen en un vídeo publicado en su twitter donde, encolerizado, carga contra la televisión y el gobernador de Rio de Janeiro a quien acusa de haber filtrado la investigación a la televisión.

"O el portero mintió o indujeron al portero a cometer falso testimonio o escribieron algo en investigación que el portero no leyó y firmó. ¿Cuál es la intención? Siempre la misma, todo el tiempo están encima de mi familia, de mis hijos y de quien está próximo a mí", dijo Bolsonaro.

"Tengo un compromiso, el de sacar a Brasil del agujero, a pesar da la prensa sucia, asquerosa, canalla e inmoral, como es Globo de Radio y Televisión", señaló. Bolsonaro amenazó también a la cadena de televisión con no renovar su licencia. 

El hecho de que Bolsonaro haya sido mencionado en el proceso, obliga a que el proceso sea transferido para el Supremo Tribunal Federal, el responsable de analizar todos los casos de autoridades con foro privilegiado. 

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