Juan Guaidó sigue con su ofensiva diplomática para derrocar a Nicolás Maduro. Este martes, la Misión Permanente de la República Bolivariana de Venezuela en la OEA ha participado en una audiencia pública ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para denunciar los abusos y torturas del régimen chavista

Mariano de Alba, acreditado como representante del presidente encargado Venezuela, ha subrayado que la denuncia que el Gobierno de facto de Maduro ante la OEA "ha quedado sin efecto". 

Durante la intervención, aseguró que mientras se logra el ansiado "cese de la usurpación" del poder por parte de Maduro, las violaciones de derechos humanos que se cometan en Venezuela deben seguir siendo investigadas, perseguidas y reparadas. 

En consecuencia, la Misión Permanente de Venezuela ante la OEA solicitó a la CIDH que “continúe ejerciendo todas sus competencias conforme a la Carta de la Organización de Estados Americanos”.

De esta manera, los representantes de Guaidó -entre los que se encontraba su esposa Fabiana Rosales- se han empleado a fondo en este organismo internacional para evitar que la postura de Maduro, atrincherado en el poder, permita la impunidad. 

Mariano de Alba, embajador de Guaidó en la OEA, ha manifestado que existe una "entera disposición a contribuir a documentar las violaciones de derechos humanos".