La expresidenta argentina Cristina Fernández Kirchner calificó este lunes de "disparate" que la acusen de haber recibido sobornos millonarios durante su mandato y reiteró que es víctima de una "maniobra persecutoria", en un escrito presentado ante el juez que la investiga por asociación ilícita.

"Pareciera ser que, además de desempeñarme como jefa del Poder Ejecutivo por el voto popular durante ocho años, habría tenido el tiempo suficiente para liderar todos los emprendimientos criminales de los que ahora se me acusa", ironiza en el texto que entregó al juez Claudio Bonadio.

Fernández presentó un recurso de nulidad de la causa y recursó tanto al juez como al fiscal.

La expresidenta argentina Fernández de Kirchner llegando al edificio de Justicia en Buenos Aires. REUTERS

El pasado día 1, Bonadio ordenó los arrestos y comparecencias de decenas de empresarios de obra pública y exfuncionarios, en una causa que se basa en los cuadernos que un chófer del Ministerio de Planificación escribió durante una década.

En ellos, detallaba cómo trasladaba en su automóvil bolsas repletas de dólares para repartirlas supuestamente a miembros de los Ejecutivos de Néstor Kirchner (2003-2007) y de su viuda, Cristina Fernández (2007-2015).

En medio de un fuerte operativo de seguridad, la exjefa de Estado se presentó este lunes en los tribunales federales de Buenos Aires para cumplir con el llamamiento del magistrado, que ya la ha procesado en otras causas anteriores y llegó a pedir su detención a finales del pasado año.

Tras la asunción de Mauricio Macri como presidente del país, "he sido sometida a una múltiple persecución judicial, sólo comparable a aquella que se llevó a cabo en tiempos en que se encontraba suspendida la vigencia de la Constitución Nacional", remarca Fernández en el escrito que entregó a Bonadio.

Partidarios de la expresidenta argentina Fernández de Kirchner sostienen la bandera argentina con su imagen. REUTERS

Según Fernández, para que la "maniobra persecutoria" rinda sus "efectos" ante la opinión pública, en todos los casos se habla de "maniobras" de lavado de activos, enriquecimiento ilícito y otros presuntos hechos de corrupción en los cuales, para infligir un "mayor daño", fueron imputados también sus hijos, Florencia y Máximo Kirchner, y otros miembros de su familia.

Tras definir como un "disparate" la nueva causa en la que se la acusa de recibir sobornos -en los cuadernos del chófer aparecía supuestamente la residencia presidencial como uno los destinos del dinero-, Fernández remarcó que esto se debe a las "interferencias" del Gobierno de Macri sobre la Justicia.

Sobre su decisión de presentar un escrito, la expresidenta niega que sea una "estrategia para no declarar" y recuerda que desde hace más de dos años viene requiriendo que se investigue toda la inversión en obra pública que se desarrolló entre 2003 y 2015.

"Es más, si existe un propósito auténtico por saber lo que ha ocurrido con la obra pública en nuestro país, incluso la investigación debe alcanzar hasta el presente (...) En definitiva, lo que pretendo como cualquier ciudadano es que se lleve a cabo una investigación judicial seria, objetiva e imparcial", destaca.