El expresidente Rafael Correa volvió a Ecuador, tras abandonar el país en julio, y provocó un tumulto en el aeropuerto de Guayaquil entre seguidores y detractores, que le obligaron a salir del recinto por una puerta lateral sin ser visto.

Correa, que llegó en un vuelo procedente de Bogotá, según dijeron a Efe fuentes de su entorno, era esperado en el aeropuerto por cientos de seguidores que coreaban su nombre, pero que no pudieron verle.

Agresiones e insultos entre seguidores y detractores de Correa a su llegada a Ecuador

Así lo decidió su equipo de trabajo a raíz de los enfrentamientos que se originaron unas dos horas antes del aterrizaje, cuando el también expresidente ecuatoriano Abdalá Bucaram irrumpió en la sala de llegadas al frente de decenas de simpatizantes con banderas amarillas y rojas y al grito de "Correa hijo puta".

Los seguidores de Correa, muchos de ellos con camisetas y pañuelos verdes del movimiento oficialista Alianza País (AP), espetaron a sus oponentes "Bucaram ladrón", dando lugar a forcejeos entre unos y otros. Las fuentes se quejaron de que el choque entre ambas facciones se produjo mientras la Policía del aeropuerto observaba los hechos sin intervenir.

Pero posteriormente una unidad especial de la Policía entró en la terminal con gas pimienta y decomisó todo tipo de objetos peligrosos a los seguidores de uno y otro bando, sacando a la fuerza a varias personas que protagonizaban enfrentamientos.

Disputas políticas

El exmandatario, que gobernó Ecuador entre 2007 y mayo pasado, ha regresado para participar el próximo 3 de diciembre en una disputada convención nacional del movimiento que él fundó, y del que busca expulsar a su sucesor y presidente del país, Lenín Moreno, a quien acusa de haber "traicionado" la causa de la "revolución ciudadana", principal ideario de la formación.

La convocatoria, hecha por un grupo leal a Correa y que está previsto que se celebre en la provincia de Esmeraldas, no es reconocida por el ala morenista del partido, por lo que no se sabe con qué formato se celebrará o qué valor legal tendrán sus decisiones.

Los dirigentes y legisladores de AP que apoyan a Moreno, entre ellos la vicepresidenta designada, María Alejandra Vicuña, han señalado que Correa, al igual que cualquier otro ciudadano ecuatoriano, tiene todo el derecho de visitar su país y hacerlo en paz y seguridad.

El choque empezó en julio

El enfrentamiento político entre ambos líderes se originó en julio a raíz de unos comentarios de Correa por el diálogo de conciliación entablado por su sucesor con todos los sectores, y la posterior respuesta de Moreno sobre el alcance de la deuda pública, una situación económica que llegó a calificar de "crítica".

En meses posteriores la crisis se agravó con la detención del vicepresidente Jorge Glas -ahora procesado por un delito de asociación ilícita en el caso Odebrecht- y la fractura en el movimiento AP cuando los correístas depusieron a Moreno de su presidencia, decisión revocada por un tribunal.

En su página oficial, Alianza País tuiteó antes de que Correa arribara al país un mensaje de bienvenida al exdirigente, presumiblemente enviado por sus seguidores dentro de la formación.

"El pueblo es grato y sabe reconocer las grandes transformaciones y los liderazgos históricos. Mashi (apodo de Correa que significa compañero en quechua) Rafael nos regocijamos con tu pronta llegada", rezaba el texto.

El excanciller Ricardo Patiño, cofundador de AP junto a Correa, instó por su parte a "recibirlo con la alegría y la esperanza de siempre".

Tensión en el aeropuerto

En un principio estaba previsto que el exmandatario hiciera declaraciones a los medios en el aeropuerto, aunque las fuentes de su entorno dijeron a Efe que la situación era "muy complicada" y "no se pudo".

Correa abandonó la terminal por una puerta lateral sin ser visto por sus seguidores ni por los numerosos medios de comunicación que se habían agolpado en la terminal de llegada.

El expresidente tiene previsto ofrecer una rueda de prensa este sábado en Guayaquil en la sede de Alianza País.

Durante su estancia visitará varios puntos de la nación la próxima semana para retomar el contacto con las bases del movimiento.