El jefe de Estado venezolano, Nicolás Maduro, pidió ante la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) que el presidente del Parlamento, el opositor Julio Borges, sea juzgado por "traidor a la patria" por reunirse con varios líderes europeos en una gira que concluyó este jueves.

"Julio Borges debería ser juzgado por las leyes de la República y castigado severamente por traidor. Traidor le digo", clamó Maduro ante los 545 miembros de la ANC, que le aplaudieron en pie de forma unánime mientras apelaba a "los poderes constituyente y constituidos" a responder a su petición de juicio.

"No me importa lo que diga la Merkel o la reina de Inglaterra, en Venezuela debe haber justicia. Aquí la justicia, el Estado no lo manejan desde Londres, ni desde Madrid, ni desde Washington", afirmó Maduro, mencionando a algunos de los dirigentes y gobiernos que han recibido y respaldado a Borges esta semana.

El presidente de la Cámara venezolana -el único poder del país en manos de la oposición- se reunió en Londres con la primera ministra británica, Theresa May, en la última escala de un viaje por Europa que comenzó el lunes en el que fue recibido también por los dirigentes de Francia, España y Alemania.

Le calificó como "mafioso"

Maduro tildó de "mafioso" a Borges, y le acusó de estar "llamando al bloqueo financiero y a la persecución económica contra el país" y de "prepotencia" y "arrogancia" por reunirse con los "imperialistas".

"Se creen ingleses, y se creen gringos. Julio Borges sonríe como que él fuera primo de Merkel, ridículo, ¡traidor a la patria!, debería ser juzgado como traidor a la patria por los daños que está provocando", dijo Maduro desde la tribuna del Palacio Federal Legislativo, donde celebra sus sesiones la ANC.

El presidente venezolano pidió a los poderes de su país que no permitan que haya "impunidad", y agregó: "Aquí no hay intocables en Venezuela, que lo sepan los imperialistas del norte, que lo sepan los imperialistas de Europa".

Borges ha sido recibido por algunos Gobiernos europeos en un momento particularmente difícil para la oposición venezolana y para el Parlamento, que ha sido despojado de sus atribuciones por la ANC, un suprapoder instaurado por el chavismo que no es reconocido por buena parte de la comunidad internacional.

La oposición ha sido amenazada por el Ejecutivo con llevarla a la cárcel por convocar manifestaciones antigubernamentales que dejaron más de 120 fallecidos, heridos y detenidos y por pedir y aplaudir sanciones internacionales contra Venezuela.