Luis Villajos / Agencias
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La Corte Penal Internacional (CPI) ha declarado este lunes al exlíder de las milicias yanyauid Ali Muhammad Ali Abd-Al-Rahman, conocido como Ali Kushayb, culpable de 27 cargos de crímenes de guerra y de lesa humanidad, incluyendo violación, asesinato y persecución,cometidos en Darfur entre 2003 y 2004.

Se trata del primer y único juicio sobre crímenes cometidos bajo el régimen de Omar al Bashir en Sudán, desde que el caso fue remitido a la corte por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en 2005.

Ali Kushayb, de 76 años, fue declarado culpable de 27 de los 31 cargos que se le imputaban. Los jueces concluyeron “más allá de toda duda razonable que el acusado es culpable de los crímenes que se le imputan, un veredicto unánime”, señaló la CPI.

La Sala determinó que Abd al Rahman, un líder yanyauid, fue autor directo de asesinatos, torturas, ultrajes a la dignidad personal y persecución, además de coautor, junto con fuerzas del Gobierno de Sudán y milicias yanyauid, de asesinatos, intentos de asesinato, torturas y persecución de al menos 200 cautivos o detenidos durante las operaciones de Mukjar y Deleig.

Asimismo, fue considerado responsable de ordenar asesinatos, violaciones, ataques contra civiles, saqueos y desplazamientos forzados durante las operaciones de Kodoom y Bindisi.

“Ejercía autoridad y control sobre quienes se sabía que eran sus subordinados, así como sobre la tropa y los yanyauid rasos, que estaban obligados a dirigirse a él como ‘Comandante Ali’. También existía un reconocimiento público de su papel: un informe del Gobierno de Sudán se refería a él como ‘comandante de los Al Fursan’, es decir, de los yanyauid”, explicó la jueza presidenta Joanna Korner.

La Sala basó su decisión en las declaraciones de 74 testigos y en 1.861 elementos de prueba incorporados al expediente.

Abd al Rahman no fue condenado por otros cuatro cargos porque los jueces consideraron que los hechos correspondientes ya estaban cubiertos por otros cargos condenatorios.

Tanto la Fiscalía como la Defensa pueden recurrir el fallo en un plazo de 30 días.

Un total de 1.591 víctimas participaron en el proceso y podrán solicitar reparaciones más adelante. La sentencia se determinará posteriormente tras una nueva ronda de audiencias.

Abd al Rahman, que siempre negó los cargos, se entregó a las autoridades en la República Centroafricana en junio de 2020.

Según declaró, lo hizo porque estaba “desesperado” y temía que las autoridades sudanesas lo mataran tras la caída del régimen de Al Bashir en 2019 aunque, una vez en La Haya, negó ser la persona apodada “Ali Kushayb”.

Se le considera un colaborador cercano del régimen de Al Bashir, quien también está siendo buscado por la CPI por genocidio, crímenes de guerra y de lesa humanidad en Sudán con dos órdenes de arresto emitidas en 2009 y 2010 que siguen vigentes.

El conflicto de Darfur estalló por primera vez en 2003, cuando rebeldes, en su mayoría no árabes, tomaron las armas contra el Gobierno de Sudán, acusándolo de marginar ese remoto territorio occidental.

El entonces Ejecutivo de Sudán movilizó milicias mayoritariamente árabes, conocidas como Janjaweed, para aplastar la revuelta, desatando una ola de violencia que Estados Unidos y grupos de derechos humanos calificaron de genocidio.