Agencias

Un nuevo golpe de Estado se ha producido en Níger este miércoles. El presidente Mohamed Bazoum ha sido destituido del poder por un grupo de soldados, tal y como han anunciado a través televisión nacional, horas después de que fuera retenido en el palacio presidencial.

Leyendo un comunicado, el coronel Amadou Abdramane, sentado y flanqueado por otros nueve oficiales, se ha dirigido a la nación afirmando que las fuerzas de defensa y seguridad habían decidido "poner fin al régimen que conocen debido al deterioro de la situación de seguridad y al mal gobierno".

Abdramane ha dicho que las fronteras de Níger están cerradas, ha declarado un toque de queda en todo el país y todas las instituciones de la república están suspendidas.

Por su parte, el presidente Bazoum se ha pronunciado este jueves afirmando en redes sociales que los "nigerianos que aman la democracia" deben hacer fracasar esta "aventura" y que "se salvaguardarán los logros alcanzados con tanto esfuerzo". 

Los soldados han advertido también contra cualquier intervención extranjera y han asegurado que respetarán el bienestar de Bazoum.

Según la Agencia Nigerina de Prensa (ANP) el ministro del Interior nigerino, Ouhoumoudou Mahamadou, también "está siendo mantenido bajo arresto domiciliario por los amotinados".

Por su parte, Efe informa de que el golpe ha sido comandado por Omar Tchiani, el oficial que lidera la guardia presidencial (dedicada justamente a garantizar la seguridad del presidente) y a quien el Gobierno se disponía a destituir precisamente hoy.

La guardia presidencial ha asumido la presidencia, lo que ha llevado a los líderes regionales a organizar una misión de mediación rápida para tratar de evitar el golpe vaya a más.

El séptimo golpe

La toma militar, que marca el séptimo golpe en la región de África Occidental y Central desde 2020, podría complicar aún más los esfuerzos occidentales para ayudar a los países de la región del Sahel a combatir una insurgencia yihadista que se ha extendido desde Malí durante la última década.

Según Reuters, el país, antigua colonia francesa, se ha convertido en un aliado fundamental para las potencias occidentales que buscan ayudar a combatir las insurgencias, pero se enfrentan a una creciente hostilidad por parte de las nuevas juntas a cargo en Malí y Burkina Faso.

Níger es también un aliado clave de la Unión Europea en la lucha contra la migración irregular del África subsahariana.

Francia trasladó tropas a Níger desde Malí el año pasado después de que se deterioraran sus relaciones con las autoridades interinas. También ha retirado fuerzas especiales de Burkina Faso en medio de tensiones similares.

La elección de Bazoum fue la primera transición democrática del poder en un Estado que ha sido testigo de cuatro golpes militares desde la independencia de Francia en 1960.

Estados Unidos dice que ha gastado alrededor de 500 millones de dólares desde 2012 para ayudar a Níger a mejorar su seguridad. Alemania anunció en abril que participaría en una misión militar europea de tres años destinada a mejorar las fuerzas armadas del país.

"Bazoum ha sido la única esperanza de Occidente en la región del Sahel. Francia, Estados Unidos y la UE han gastado gran parte de sus recursos en la región para reforzar a Níger y sus fuerzas de seguridad", dijo Ulf Laessing, jefe del programa Sahel para Konrad de Alemania.

Pese a todo, ya hubo un intento de golpe frustrado en Níger en marzo de 2021, cuando una unidad militar intentó tomar el palacio presidencial días antes de que el recién elegido Bazoum prestara juramento.

EEUU pide la "liberación"

El secretario de Estado de Estados Unidos, Anthony Blinken, ha pedido este jueves la "liberación inmediata del presidente de Níger, retenido por un grupo de soldados, y pidió respeto para el Estado de derecho. 

"Si esto constituye un golpe técnicamente o no, no puedo decirlo, eso deben decirlo los abogados, pero lo que claramente constituye es un intento de hacerse con el poder por la fuerza y trastocar la Constitución", dijo este jueves Blinken desde Nueva Zelanda, donde hoy continúa su gira por Oceanía.

La Unión Africana y el bloque regional de África Occidental ECOWAS han condenado lo que han llamado "un intento de golpe de Estado".

El presidente del vecino Benín, Patrice Talon, ha evaluado la situación después de reunirse con el presidente nigeriano y presidente de la CEDEAO, Bola Tinubu.

"Se utilizarán todos los medios, si es necesario, para restaurar el orden constitucional en Níger, pero lo ideal sería que todo se hiciera en paz y armonía", ha declarado Talon a periodistas en Abuja, la capital de Nigeria.

Estados Unidos ha instado a la liberación de Bazoum, mientras que la Unión Europea, Naciones Unidas y Francia han condenado el levantamiento y han dicho que seguían los acontecimientos con preocupación.