Sudáfrica se prepara para despedir a Desmond Tutu. El funeral de Estado para del arzobispo emérito empezó este sábado en la catedral anglicana de San Jorge en Ciudad del Cabo (suroeste de Sudáfrica), con la presencia de su familia y de figuras destacadas del país. Tutu falleció el pasado 26 de diciembre en Ciudad del Cabo a los 90 años de edad.

La ceremonia se ha visto limitada a un centenar de asistentes debido a las restricciones por la covid-19. Además del actual presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, acudieron a este templo -símbolo de la democracia en el país conocido como la "catedral del pueblo" durante el régimen racista del "apartheid"- expresidentes del país, como Thabo Mbeki (1999-2008) y Kgalema Motlanthe (2008-2009).

Ramaphosa subrayó el apoyo del arzobispo a una larga lista de causas, lo que ha hecho que "grupos de activistas climáticos y LGBTQIA+" hayan rendido homenaje estos días a quien fue "un ser humano humilde y valiente que habló por los oprimidos (...) del mundo", según el presidente.

También hizo una pequeña intervención a través de un vídeo el primado de la Iglesia anglicana y arzobispo de Canterbury, Justin Welby, quien subrayó que Tutu "traía la luz" cuando las personas "se encontraban en la oscuridad".

Naomi Tutu, hija del arzobispo y reverenda anglicana ella misma, agradeció las muestras de cariño recibidas durante estos días. "Lo compartimos (a Tutu) con el mundo y vosotros compartisteis parte del amor que sentíais por él con nosotros", señaló la hija de Desmond Tutu, visiblemente emocionada.

El obispo retirado Michael Nuttall, que trabajó con el difunto durante su época como arzobispo de Ciudad del Cabo -donde Tutu fue la primera persona negra en ser nombrada para el cargo en 1986- fue el encargado de ofrecer el sermón. "Pequeño en estatura física, era un gigante entre nosotros moral y espiritualmente. Su fe era auténtica, no falsa ni desganada", señaló Nuttall.

La ceremonia, oficiada por por el actual arzobispo de Ciudad del Cabo y líder de la Iglesia Anglicana del sur de África, Thabo Makgoba, contó con la presencia del rey Letsie III del pequeño reino montañoso de Lesoto y de la activista mozambiqueña Graça Machel, viuda de Nelson Mandela.



Este funeral de Estado cierra una semana de actos celebrados en diferentes puntos del país para despedir a una de las figuras más queridas de la historia de Sudáfrica, incluyendo la instalación de una capilla ardiente durante el jueves y el viernes en este templo, que vio desfilar a cientos de sudafricanos.



Siguiendo los deseos del propio Tutu, quien había pedido que no se gaste dinero innecesariamente en sus funerales, el ataúd es un modelo muy simple de madera. Asimismo, también siguiendo la voluntad del arzobispo emérito, la ceremonia no incluirá discursos, solo la intervención de Ramaphosa.



Galardonado con el Nobel de la Paz en 1984 por su lucha contra la opresión racial del "apartheid", a Tutu se le considera una de las figuras clave de la historia contemporánea sudafricana.



Su trayectoria estuvo marcada por una constante defensa de los derechos humanos, algo que le llevó a desmarcarse en numerosas ocasiones de la jerarquía eclesiástica para defender abiertamente posiciones como los derechos de los homosexuales o la eutanasia.



En los últimos años se había mantenido alejado de la vida pública debido a su avanzada edad y a los problemas de salud que arrastraba desde hacía años, entre ellos un cáncer de próstata. 

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