“Contra la mafia política y financiera”, escribieron los jóvenes argelinos en un cartel que encabezaba las manifestaciones de los estudiantes en Argel el martes 23 de abril. Una nueva protesta contra el sistema desde la universidad, no demasiado lejos de la Presidencia de la República. Corearon eslóganes contrarios al poder y exigieron el juicio de “los hijos de la banda”. 

También los denominan “la mafia”. La élite económica y política dirigente en Argelia, que ha ejercido a la sombra de Abdelaziz Bouteflika, y que, desde este domingo, primer día de la semana en Argelia, ha comenzado a ser citada a declarar, incluso algunos han sido detenidos.  

Los propietarios del grupo Kou GC, los cuatro hermanos Reda, Abdelkader, Karim y Tarek Kouninef fueron arrestados el lunes 22 de abril por la Gendarmería como parte de una amplia investigación, y comparecieron este martes delante del fiscal de la República en el tribunal Sidi M’hamed de Argel. La brigada de investigación de la gendarmería de Bab Jdid en Argel los había citado el domingo, sospechosos de “no respetar los compromisos contractuales en la ejecución de proyectos públicos, tráfico de influencia con los funcionarios públicos para obtener privilegios, y malversación y concesión de propiedades”. Los hermanos ya tenían prohibido salir del país desde el 1 de abril, el día anterior de la renuncia a la presidencia de Bouteflika

Reda, el más influyente de los Kouninef, es además amigo de Said Bouteflika, hermano del expresidente y quien gobernó el país en los últimos años. En Argelia dicen que, en una de sus casas de los hermanos, en las alturas de Argel, se tomaron más decisiones que en los edificios institucionales porque se les otorgó el poder de hacer y deshacer carreras de ministros y de altos funcionarios.

El padre de los Kouninef sacó de apuros a Bouteflika

De doble nacionalidad, con madre suiza, la amistad con Bouteflika les llegó por parte de su padre, Ahmed Kouninef, un hombre de negocios que conoció al ex presidente en Suiza en 1980. En ese periodo, ejercía de ministro de Asuntos Exteriores, con problemas legales y fue condenado a devolver los presupuestos restantes de las embajadas a una cuenta especial en 1983. El Tribunal de Cuentas emitió una sentencia contra Bouteflika y su administración, pero entonces el juicio no fue seguido por una investigación. A su regreso al poder en 1999, se vengó del Tribunal de Cuentas al marginarlo y reducir a sus jueces a simples funcionarios sin prerrogativas ni noz. Durante los veinte años de mandato de Bouteflika, esta institución no pudo hacer nada para investigar las malas prácticas. 

En aquel momento, el padre Kouninef lo ayudó a conseguir las sumas reclamadas por los tribunales. Y de ahí la gratitud de Bouteflika al alcanzar el poder, que cuidó de su descendencia. Fue fiel, compartió con ellos el poder y también los llevó a la caída con su salida el 2 de abril. 

Poca gente conoce a los Kouninef porque siempre se han mostrado muy discretos en sus quehaceres, salvo por unas fotografías de uno de ellos en un yate publicadas en su cuenta de Facebook. La notoriedad se la han dejado al presidente de la patronal, Ali Haddad, e íntimo de Bouteflika, detenido el 30 de marzo en el cruce fronterizo de Oum T'boul cuando intentaba viajar a Túnez por la noche. Desde entonces, ha estado encarcelado en la prisión de El Harrach.

A la sombra de Bouteflika, los Kouninef crearon un imperio en los sectores de ingeniería civil, construcción, telecomunicaciones y seguridad. Han querido acaparar también el dominio de la agroalimentación, donde compiten con Cevital. Su director general, Issad Rebrab, el hombre de negocios más rico de Argelia, los considera responsables de los bloqueos que dice haber sufrido en los últimos años. 

Piden libertad para Rebrab

Precisamente, el 22 de abril, durante la madrugada del lunes al martes y sin previa información, el mismo fiscal decidió detener en su casa a Issad Rebrab, director general de Cevital, el grupo empresarial privado más grande de Argelia. La Dirección de Aduanas lo había demandado hace cinco meses por cobros excesivos, según publican los medios argelinos, pero la Justicia no ha dado por el momento ningún detalle sobre el arresto al millonario argelino. Compareció el lunes 22 de abril por transferencias ilícitas de capital al extranjero, cobro excesivo por equipos importados y beneficios de la aduana en la exportación.  

Esta detención puede crear descontento en una parte de la sociedad porque es el mayor empleador privado del país y la mayor empresa exportadora de productos fuera del sector energético. Los propios trabajadores creen que es un intento de división del Movimiento Popular y una ofensa a la bandera amazigh, ya que la compañía está muy establecida en la región bereber, la Cabila, donde se considera como uno de los símbolos de resistencia al sistema en vigor. 

Cientos de trabajadores del grupo Cevital en Bejaia organizaron una marcha con pancartas el martes para solicitar la liberación de Rebrab y la eliminación de obstáculos que dificultan los proyectos de inversión del primer grupo privado en el país. Los empleados de las localidades de Larbaa y Blida también se solidarizaron con su director general. 

“Caerán más corruptos”

Otros empresarios son objeto de investigaciones por parte de la gendarmería. El 1 de abril, un día antes de la renuncia del presidente Bouteflika, los tribunales emitieron 12 prohibiciones para salir del país contra empresarios considerados como parte del círculo inmediato del ex presidente, incluidos Haddad y los hermanos Kouninef.

En el ámbito de la política, el jefe del Gobierno interino, Abdelkader Bensalah, destituyó el lunes 22 de abril a cinco dirigentes regionales, entre ellos el gobernador de Argel después de que un edificio de cuatro pisos se desplomara por las lluvias y perdieran la vida cinco personas, entre ellas dos niños. En plena Casba, la zona antigua de la capital, los vecinos indignados recordaban a EL ESPAÑOL que “toda la zona está en mal estado”, con una capa de pintura por fuera, pero en ruinas por dentro. Los ciudadanos también se agolparon para protestar a las puertas del tribunal Sidi M’hamed, donde el fiscal citó al ex primer ministro Ahmed Ouyahia y al actual ministro de Finanzas, Mohamed Loukal, por “despilfarro de dinero público”. 

A las puertas del tribunal, Max, un profesor de física retirado, afirmaba a este medio, “es el pueblo quien decidirá su futuro. Los diputados son el pueblo. En estos momentos el presidente es el pueblo”. Ese es el sentir popular, dejar en manos del Ejercito Popular Argelino la custodia de este periodo de transición hasta que se cree una nueva Constitución y se realicen unas elecciones presidenciales democráticas, que “no pueden ser este 4 de julio -como está establecido- porque no hay tiempo suficiente para cambiar las leyes”, coinciden politólogos y juristas.

Precisamente el 16 de abril, el Jefe de Estado Mayor, el Teniente General Ahmed Gaid Salah, instó públicamente al poder judicial a acelerar “el ritmo del procesamiento de los diversos archivos relativos a ciertas personas que se beneficiaron indebidamente de miles de miles de millones, causando daño al país y despilfarrando el dinero de la gente”. Y este martes, en una nueva intervención en la localidad de Blida, el General expresó su satisfacción por las acciones legales emprendidas contra los empresarios, sin mencionarlos por su nombre, Issad Rebrab y los cuatro hermanos Kouninef. Recordó que demandó a la Justicia “acelerar el proceso de enjuiciamiento en casos de corrupción y despilfarro de dinero público, y a juzgar a todos los que han saqueado el dinero del pueblo”.

Consideró que “es una parte importante de las peticiones legítimas de los argelinos”; y agregó que “asegurará a la gente que su dinero saqueado será recuperado por la ley y con el rigor necesario”.

Para los juristas es la ley la que responde, porque el artículo 11 del Código Penal otorga esta atribución y obligación, al mismo tiempo, al fiscal.

Desde el Movimiento Popular adelantan que “el pueblo es consciente y que caerán más corruptos. Han gobernado como mafias, apoyados y protegidos por países europeos”. Ahora consideran que el Ejército es la “fuerza contra esa mafia” porque “los tiene bajo control”.