E. E. Juan Carlos Tomasi /MSF

En Diffa, al sureste de Níger, en la frontera con Chad y Nigeria, se concentran más de 240.000 desplazados y refugiados, muchos de los cuales han huido del conflicto entre el grupo terrorista Boko Haram y los ejércitos del lago Chad.

Allí muchas familias siguen sin tener acceso a agua, alimentos y letrinas en cantidad y calidad. Médicos Sin Fronteras (MSF) ofrece atención médica y psicológica en la zona y ha documentado la vida de las víctimas de este conflicto olvidado.

A pesar de la relativa calma y la ausencia de grandes desplazamientos en los últimos meses, la situación en Diffa sigue siendo extremadamente volátil. Los ataques esporádicos de Boko Haram y las operaciones militares provocan que la gente siga desplazándose en busca de seguridad y a la espera de la paz

La mayoría de los desplazados en Diffa han pasado por situaciones muy dramáticas. “Nuestras sesiones de grupo están compuestas por mujeres desplazadas y refugiadas, todas víctimas del conflicto.Las charlas tienen como objetivo romper el aislamiento, compartir experiencias comunes y encontrar soluciones juntas. El objetivo principal es hacer frente a los sentimientos de angustia causados por eventos traumáticos similares”, dice Yacoubou Harouna, psicólogo de MSF en Diffa.