P.T. P. Campos
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Las claves

El Ejército de EEUU anunció este viernes que ha iniciado un "ataque a gran escala" contra objetivos del Estado Islámico (EI) en Siria en represalia por la emboscada que el grupo perpetró la semana pasada y que acabó con la vida de dos soldados y un intérprete, todos ellos estadounidenses, en la provincia siria de Homs.



"Las fuerzas estadounidenses han iniciado un ataque a gran escala contra la infraestructura y los depósitos de armas del EI en Siria. Este ataque masivo se produce tras el ataque contra las fuerzas estadounidenses y sus aliados en Siria el 13 de diciembre", informó en un breve comunicado el Comando Central de EEUU.



Poco después de publicarse ese texto, el secretario de Guerra, Pete Hegseth, anunció el ataque en redes sociales y explicó que la campaña ha sido bautizada como Operación Ataque Ojo de Halcón.

"Esto no es el comienzo de una guerra, es una declaración de venganza", explica Hegseth.



"Como dijimos inmediatamente después del brutal ataque (del 13 de diciembre), si atacan a estadounidenses, en cualquier parte del mundo, pasarán el resto de su corta y angustiosa vida sabiendo que Estados Unidos los perseguirá, los encontrará y los eliminará sin piedad", añade en el texto el secretario de Guerra.

Unas horas después de las declaraciones de Hegseth, el presidente de EEUU, Donald Trump, ha celebrado un mitin en Rocky Mount (Carolina del Norte), en el que detalló que el ataque "a los matones de Estado Islámico en Siria fue todo un éxito". 

El Comando Central de Estados Unidos ha subrayado durante esta mañana que los ataques alcanzaron a más de 70 objetivos en el centro de Siria y ha añadido que varios aviones de combate jordanos apoyaron la operación.

Los ataques se han llevado a cabo con aviones estadounidenses F-15 y A-10, junto con helicópteros Apache y sistemas de cohetes HIMARS. Por el momento no hay datos sobre posibles víctimas mortales, según Reuters.

Siria ha reiterado su compromiso de luchar contra el Estado Islámico y garantizar que la organización "no tenga refugios seguros en territorio sirio", según un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores.

Los dos militares y el traductor atacados el pasado sábado por un solo tirador cerca de la ciudad siria de Palmira han sido los primeros estadounidenses que mueren en el país desde la caída del régimen de Bashar al Assad el año pasado.