P. Campos | Agencias
Publicada
Actualizada

Las claves

El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, ha indultado este sábado a 123 presos de diferentes nacionalidades después de que Estados Unidos levantara este sábado las sanciones al potasio bielorruso. Entre los liberados hay un Premio Nobel de la PazAles Bialiatski.



"La República de Bielorrusia ha tomado la decisión de indultar a 123 ciudadanos de diferentes países condenados (...) por cometer crímenes de diferentes tipos como espionaje, terrorismo y extremismo", ha informado la oficina de prensa presidencial a la agencia BELTA.



La nota subraya que la decisión "se enmarca en los acuerdos alcanzados con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump", cuyo emisario, John Cole, mantuvo entre este sábado y el viernes consultas con Lukashenko en Minsk.

Además, el comunicado añade que la medida responde "a la cancelación de las sanciones ilegales contra el sector del potasio de Bielorrusia adoptadas por parte de la Administración del anterior presidente de EEUU, Joe Biden".

El premio Nobel de la Paz Ales Bialiatski y otros ocho prisioneros están ya en Lituania, mientras que un grupo más grande fue a Ucrania, según la embajada de Estados Unidos en Vilna.



En total, desde el mes pasado el líder bielorruso ha indultado a 156 ciudadanos de países como Estados Unidos, Reino Unido, Ucrania, Australia, Japón, Lituania y Letonia.



La medida, según la nota oficial, está dirigida a acelerar la dinámica positiva en las relaciones con los socios del país y en aras de la estabilización de la situación en Europa.



Poco antes de la liberación, Cole anunció el levantamiento de las sanciones sobre el potasio de ese país, introducidas por Washington en 2021. En septiembre, EEUU ya levantó las sanciones contra la aerolínea estatal bielorrusa, Belavia, sancionada en 2022.



La normalización entre ambos países comenzó en agosto, cuando Lukashenko conversó por teléfono con el mandatario estadounidense, quien pidió a su homólogo bielorruso liberar a todos los presos políticos tras la salida de prisión de un grupo de disidentes en junio pasado, que incluía al líder opositor, Serguéi Tijanovski.

Bielorrusia, país presidido por Lukashenko desde 1994, ha sido objeto de sanciones desde la represión violenta de las multitudinarias protestas opositoras contra el fraude electoral de 2020, medidas que se multiplicaron con el abierto apoyo de Minsk a la campaña militar rusa en Ucrania dos años después.