Estrasburgo
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Kaja Kallas, la alta representante de la Unión y vicepresidenta de la Comisión Europea, reivindica su gestión y la posición de los 27 en Gaza.

Asegura, además, que "he logrado más en este asunto que mis predecesores". Unas palabras que suponen un dardo directo contra su predecesor en el cargo, Josep Borrell.

El político español ha criticado en diversas ocasiones el papel de Kallas, acusando a la actual Comisión de "pasividad" ante lo que ocurre en la Franja, y de haber llegado "tarde" a la revisión del acuerdo UE-Israel.

Kallas defiende su gestión y recuerda que "le hubiera gustado" que las propuestas de la Unión Europea hubieran sido más "fuertes". Sin embargo, no fue posible y, desde luego, supone mucho más que en la época de Borrell cuando "no salió nada de la Comisión".

Recuerda que se ha logrado que la ayuda humanitaria haya vuelto a Gaza, se estén reparando infraestructuras críticas y que haya procesos de desalinización de agua.

"Estoy de acuerdo en que no es suficiente", insiste la alta representante en conversación con periodistas españoles, pero "es más de lo que había antes de julio".

Kallas dice entender a quienes reclaman una mayor contundencia en las palabras de la Comisión Europea, sin embargo cree que eso no servirá de nada. Sólo para una cosa: "que los israelíes no hablen conmigo como le ocurrió a mi predecesor, ¿y qué se logra con esto?".

La vicepresidenta de la CE también ha pedido a los Estados que reflexionen sobre la postura que mantienen en este tema.

A su juicio, si todo el mundo entiende que lo que está haciendo Israel es "insostenible", ¿por qué no se avanza más? "No voy a proponer algo que no vayan a aceptar", de ahí que reclame a los 27 que traten de buscar una postura unificada.

Las palabras de Kallas llegan horas antes de que el Parlamento Europeo vote una resolución en la que se reclama avanzar en la solución de los dos Estados.

Sin embargo, la vicepresidenta de la CE asume que a nivel de la Comisión avanzar es muy complejo ante la falta de acuerdo de los 27.

Eso se refleja en que algunos países como España están adoptando medidas individuales para tratar de presionar a Israel. Ahí está el embargo de armas decretado esta misma semana por el Gobierno de Pedro Sánchez.

"Eso demuestra la frustración que muchos estados miembros tienen porque no podemos tomar las decisiones a nivel europeo, y eso socava nuestra credibilidad ante la gente", sostiene.

La gran duda es cómo se resolverá este conflicto, algo para lo que Kallas no tiene respuesta ya que Estados Unidos apoya "firmemente" al gobierno israelí liderado por Benjamin Netanyahu.

Pero Kallas no se muestra sólo preocupada por la situación en Gaza. También por lo que está ocurriendo en Ucrania, máxime después de que Polonia repeliese en la madrugada del martes al miércoles de esta semana un ataque de drones rusos.

Su 'jefa', la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen anunciara un "muro de drones" europeo y una alianza en esta materia con Ucrania de 6.000 millones de euros.

Ahora bien, la alta representante de la CE está convencida de que a este conflicto todavía le quedan muchos capítulos por escribir ya que, a su juicio, "durará un par de años más ya que los esfuerzos de paz continúan".

"El trabajo del presidente Trump no ha surtido efecto", ha dicho, y Rusia "se burla" de todo el esfuerzo que se hace por buscar la paz en la región.

Reconoce Kallas que hay un escenario todavía más pesimista, que es el de que Ucrania "se vea presionada para ceder" y que se vea "obligada" a forzar territorios.

Esto, ha explicado, traería consigo una "pausa" de unos años y, después, Rusia volvería al ataque "con una escala más amplia".

Por eso ha insistido en la necesidad de que la Unión Europea se ponga a la cabeza de la defensa ucraniana, ya que el "cómo se desarrollen los escenarios va a depender mucho de nosotros".

Durante la conversación con periodistas españoles en Bruselas, la alta representante ha recordado que tenemos "una verdadera lucha por el orden mundial" en el que lo que se pretende es que "la fuerza" sea la que otorgue "la razón" a las potencias globales.