Las autoridades de EEUU asestan otro golpe a la inmigración irregular. Una redada sorpresa de este jueves ha dejado 475 detenidos en una planta de Hyundai en Georgia. Las comunidades surcoreanas e hispanas han sido las más afectadas por las detenciones.
Esta ha sido la redada que ha dejado a más inmigrantes ilegales detenidos desde que Donald Trump regresó a la Casa Blanca el pasado enero.
La operación de control migratorio en la planta de baterías del "megasitio de Hyundai", en el condado de Bryan (Georgia), ha concluido con la detención de 475 inmigrantes en situación irregular.
Varios trabajadores migrantes han reaccionado corriendo hacia zonas boscosas cercanas a las instalaciones de Hyundai Motor Group Metaplant America, donde la multinacional coreana fabrica vehículos eléctricos, según EFE.
La operación paralizó momentáneamente la construcción de la planta de baterías adyacente, que forma parte de una alianza entre Hyundai y LG Energy Solution.
Las autoridades que han participado en el allanamiento, dirigido por la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas, han señalado que entre los detenidos hay trabajadores indocumentados y empleados surcoreanos que estaban en Estados Unidos por motivos laborales, de los cuales no se ha detallado si estaban en situación migratoria irregular.
La infraestructura para la producción de vehículos eléctricos ha continuado operativa, aunque se detuvo la nueva construcción de la planta de baterías.
En total, el complejo representa una inversión de 7.600 millones de dólares y emplea a más de mil personas. A pesar del operativo, Hyundai ha asegurado que la producción no se ha visto afectada.
En la redada participaron también el FBI, la DEA y la Patrulla Estatal de Georgia.
