P. Campos Agencias
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España vuelve a ser excluida de la negociación sobre el futuro de Ucrania. Esta vez, de la mano de sus vecinos europeos.

Cinco países de la UE, otro extracomunitario y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, han emitido este domingo un comunicado, de nuevo sin contar con Pedro Sánchez, en el que advierten que un posible plan de paz para Ucrania no debe amparar la violación de las fronteras internacionales "por la fuerza".

El documento ha sido firmado por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y los mandatarios del Reino Unido (Keir Starmer), Francia (Emmanuel Macron), Alemania (Friedrich Merz), Italia (Giorgia Meloni), Polonia (Donald Tusk) y Finlandia (Alexander Stubb).

Al pie de página no aparece la firma de ningún representante del Gobierno español, que ha quedado apartado de esta resolución.

Ante la cumbre que Donald Trump y Vladímir Putin tienen previsto celebrar el día 15 en Alaska, los citados mandatarios europeos advierten de que "solo un enfoque que combine la diplomacia activa, el apoyo a Ucrania y la presión sobre Rusia para que ponga fin a su guerra ilegal puede tener éxito. la invasión ilegal y no provocada de Ucrania por parte de Rusia es una flagrante violación de la Carta de las Naciones Unidas, el Acta Final de Helsinki, el Memorando de Budapest y los sucesivos compromisos rusos".

Los líderes europeos añaden que "Ucrania tiene la libertad de elegir su propio destino. Las conversaciones fructíferas solo pueden tener lugar en un contexto de alto el fuego o de reducción de hostilidades. El camino a la paz en Ucrania no puede decidirse sin Ucrania".

Con este pronunciamiento, los aliados europeos de Zelenski quieren evitar que Trump imponga un plan de paz que obligaría a Ucrania a entregar una parte de su territorio a Rusia.

El Gobierno español ya quedó excluido de la cumbre celebrada el sábado en el Reino Unido, que contó con la presencia del vicepresidente de EEUU, JD Vance; y el Secretario de Estado para Relaciones Exteriores británico, David Lammy, con altos representantes de Francia, Alemania, Italia, Finlandia y Polonia.

El presidente Pedro Sánchez desveló el sábado en las redes sociales que había recibido una llamada de Volodímir Zelensky, y advirtió de que cualquier acuerdo sobre el futuro de Ucrania debe contar con su participación: "Nada sobre Ucrania sin Ucrania", escribió Sánchez en X.

Pero luego el Gobierno español quedó apartado de la cumbre celebrada este sábado en el Reino Unido, y del comunicado emitido hoy por los principales socios europeos.

Para soslayar este vacío internacional, la Moncloa ha anunciado, en pleno domingo, que Pedro Sánchez tiene previsto reunirse el próximo 3 de septiembre (una vez concluidas sus vacaciones en La Mareta) con el primer ministro británico, Keir Starmer.

El encuentro de Downing Street se celebrará, por tanto, casi tres semanas después de la negociación entre Trump y Putin en Alaska.

Poco antes de anunciar el encuentro con Putin, Trump sugirió que su acuerdo para la paz incluiría "intercambios" territoriales, pero el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, insistió en que Ucrania no cederá partes a Rusia y dijo que las decisiones tomadas sin Kiev "nacen muertas".

Sobre este asunto, los firmantes del acuerdo difundido este domingo han señalado en su mensaje que están comprometidos con el principio de que "las fronteras internacionales no deben ser cambiadas a la fuerza" y que esta línea "debería ser el punto inicial de las negociaciones".

Igualmente, los mandatarios han explicado su satisfacción por las labores realizadas por Trump para tratar de parar la "masacre" en Ucrania, acabar con la "guerra de agresión" de Rusia y lograr una "paz justa y duradera y seguridad" para Kiev.

"Estamos convencidos de que solo un enfoque que combine la diplomacia activa, el apoyo a Ucrania y la presión a la Federación Rusa para terminar su guerra ilegal puede tener éxito", han detallado.

En este sentido, los mandatarios se han mostrado dispuestos a respaldar este trabajo "diplomáticamente", así como a mantener su "sustantivo" apoyo militar y financiero a través de "la labor de la Coalición de los Voluntarios o imponiendo medidas restrictivas contra la Federación Rusa", han añadido.

Von der Leyen, el primer ministro británico, Keir Starmer; el presidente francés, Emmanuel Macron; el canciller alemán, Friedrich Merz, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni; el primer ministro polaco, Donald Tusk, y el presidente finlandés, Alexander Stubb, han compartido la convicción de que esta solución diplomática "debe proteger los intereses vitales de seguridad de Ucrania y de Europa".

A juicio de los líderes, estos intereses incluirían la necesidad de "garantías creíbles y robustas de seguridad que permitan a Ucrania defender su soberanía y su integridad territorial".

Del mismo modo, los mandatarios han reiterado su posición firme de apoyo a Kiev y su pensamiento compartido de que la invasión rusa de Ucrania supone una "flagrante violación" de la Carta de las Naciones Unidas, el Tratado de Helsinki (1975), el Memorándum de Budapest (1994) y el resto de compromisos firmados por Moscú.

"Estamos unidos como europeos y convencidos de promover conjuntamente nuestros intereses. Seguiremos trabajando con el presidente Trump y los Estados Unidos y con el presidente Zelenski y el pueblo ucraniano por una paz en Ucrania que proteja nuestros intereses vitales de seguridad", han zanjado.

Zelenski da el 'sí'

El presidente Volodimir Zelenski ha dicho este domingo que Kiev "valora y apoya plenamente" la declaración conjunta de los líderes europeos sobre el logro de la paz en Ucrania y la protección de los intereses ucranianos y europeos.

"El final de la guerra debe ser justo, y estoy agradecido a todos los que hoy apoyan a Ucrania y a nuestro pueblo por el bien de la paz en Ucrania, que defiende los intereses de seguridad vitales de nuestras naciones europeas", ha escrito en X.