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Estados Unidos e Israel han contactado a funcionarios de Sudán, Somalia y la región de Somalilandia para discutir el uso de sus territorios como posibles destinos para reubicar a los palestinos desplazados de la Franja de Gaza, según informa la agencia Associated Press (AP).

El polémico plan de Trump, anunciado en febrero, pasaría por desplazar a los 2 millones de habitantes de La Franja hacia otro país para que Estados Unidos se haga cargo de la reconstrucción y futuro desarrollo de un resort turístico y un hub de negocios en la riviera del Mar de Gaza.

La indignación y las amenazas de que este plan de desplazamiento forzoso podría constituir un crimen de guerra provocaron una matización por parte de Trump, que este miércoles aseguró que "expulsar gazatíes" no estaba en sus planes.

La información reportada por AP, no obstante, confirma que Israel y Washington siguen trabajando en sus potenciales planes para la Franja, aunque los funcionarios que participaron en las conversaciones con los países africanos piden que se mantenga el anonimato, como refleja la agencia.

En primer lugar, se sugirió a Egipto y Jordania como destinos para los palestinos desplazados, pero ambos países se opusieron enérgicamente al plan. Los gazatíes siempre han rechazado la propuesta de marcharse y niegan las versiones que deslizan que sus salidas serían voluntarias. 

Los países árabes han expresado siempre su oposición al desplazamiento forzoso y han ofrecido planes alternativos de reconstrucción que dejarían a los palestinos en su tierra.

Los contactos con Sudán, Somalia y la región escindida de Somalia conocida como Somalilandia reflejan la determinación de Estados Unidos e Israel de seguir adelante con un plan que ha sido ampliamente condenado por la comunidad internacional y que plantea graves dificultades logísticas, legales y morales.

Mientras funcionarios de Sudán aseguran haber rechazado la propuesta, los de Somalia y Somalilandia han negado la existencia de estos contactos.

Tanto Israel y Estados Unidos tendrían una variedad de incentivos financieros, diplomáticos y militares para ofrecer a estos socios potenciales, algo especialmente sensible en el caso de Sudán, sumido en una terrible guerra civil y con millones de personas rozando la hambruna en lo que representa una de las mayores crisis humanitarias del mundo.

Sudan, Rusia y las RSF

Sudán fue uno de los cuatro países que normalizaron sus relaciones diplomáticas con Israel en los Acuerdos de Abraham de 2020, pero la guerra civil desatada en el país desde 2023 ha sumido al país en el caos.

El gobierno de Sudán, apoyado por Rusia, se enfrenta a la insurgencia del grupo paramilitar de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF).

Los funcionarios estadounidenses, sabedores de que pocos palestinos estarían dispuestos a trasladarse a un país sumido en el hambre y la guerra, habrían ofrecido su apoyo para luchar contra las RSF, lo que situaría a Estados Unidos y Rusia en el mismo bando del conflicto mientras se mantienen las complejas negociaciones para alcanzar la paz en Ucrania.

Por su parte, las RSF están respaldadas por Emiratos Árabes, importante aliado estadounidense y un actor clave en el comercio energético internacional.

Antes de las revelaciones, Sudán ya había indicado que no consideraría ningún intento de reasentar a los palestinos. El jefe del ejército sudanés y presidente de facto, el general Abdel Fattah al-Burhan, declaró la semana pasada en una cumbre en El Cairo que su país "rechaza categóricamente" cualquier plan que pretenda trasladar a los palestinos de su tierra bajo cualquier justificación.

Somalilandia, un territorio de más de 3 millones de personas que se independizó de Somalia hace más de tres décadas, no es reconocido internacionalmente como un estado independiente.

Un funcionario del país ha negado que su gobierno no había recibido ninguna propuesta ni estaba en conversaciones sobre la posibilidad de acoger a palestinos.



Somalia es un destino aún más improbable dado su apoyo a los gazatíes y sucreciente vínculo con los países árabes. En efecto, gran parte del país está gobernado por Al-Shabaab, una milicia islamista extremista aliada de Al-Qaeda.