Buenos Aires

“Este domingo hay elecciones en Argentina. Son las elecciones más importantes de los últimos 100 años. Vayamos a las urnas, no se queden en sus casas, lleven a sus hijos, lleven a sus padres, lleven a sus amigos. Si mucha gente que no fue a votar decide hacerlo es probable que podamos ganar en primera vuelta”, bramó en el escenario este miércoles el candidato presidencial Javier Milei, del partido de ultraderecha La Libertad Avanza (LLA).

El público estalló en ovación y empezó a cantar con tonada de forofos del fútbol: “Ponga huevos, huevos ponga huevos/ponga huevos, huevos liberales/el domingo cueste lo que cueste/el domingo tenemos que ganar”. Y Milei se enfervorizó a la par, cantando y brincando sobre las tablas.

EL ESPAÑOL pudo presenciar, la noche del miércoles, el acto de cierre de la campaña proselitista de Milei -52 años, economista y diputado-, el candidato de LLA a la Presidencia de Argentina. Es el favorito para conseguir la mayoría de los votos, según las encuestas, aunque no obtendría los sufragios suficientes que le permitirían imponerse en la primera vuelta, por lo que probablemente habría segunda vuelta o balotaje. El mitin tuvo lugar en el pabellón Movistar Arena de Buenos Aires, ante unas 15.000 personas que no cesaron de animar y alentar a su candidato, un outsider del sistema de partidos que hasta hace tres años era un desconocido.

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Entre el público no asoman los habituales carteles y banderas de agrupaciones políticas y sindicatos, comunes en otros mítines de Argentina. Acá se trata de gente del llano, en su gran mayoría hombres jóvenes, muy pocas mujeres. No hay profesionales de la política entre los asistentes porque Milei no proviene de ese ámbito. Su andadura pública se remonta a apariciones en programas de televisión hablando de economía y, sobre todo, a las redes sociales, en las que arremete contra lo que él denomina “la casta política chorra” (ladrona, en argot argentino).

Milei se entrega a las masas al final de su campaña en Buenos Aires.

“Este modelo colectivista y empobrecedor nos lleva a la miseria a todos y solamente permite progresar a los políticos. Un modelo que destruyó nuestra moneda, que generó 20 millones de pobres, y sólo nos conduce a convertir a Argentina en la villa miseria más grande del mundo. Por lo tanto estamos ante un momento histórico de hacer el punto de inflexión” –arengó Milei- “no nos resignemos a que nada cambie, no nos resignemos a ser cada día más pobres, no nos resignemos a que nuestros hijos se tengan que ir de nuestra patria”. La gente respondió en un ida y vuelta continuo con el hilo discursivo de su candidato. Y entonó a coro “la casta tiene miedo/tiene miedo/la casta tiene miedo…”, un himno de ‘guerra’ de LLA .

Milei, 'El León'

Seguidamente Milei parecía agrandarse con las reacciones de sus seguidores, engrosaba la voz y abrió los brazos sobre el escenario: “Podemos cambiar, podemos crecer, podemos volver a ser la tierra de oportunidades que supimos ser. Hay esperanza solo debemos volver a abrazar las ideas de la libertad. Lleven la esperanza en su corazón porque Argentina tiene futuro, pero ese futuro existe solamente si ese futuro es liberal. ¡Viva la libertad, carajo!”.

A Milei le agrada la imagen y el apodo de 'El León', que le ha caído por su cabellera alocada y sus modos rústicos. De hecho, lo ha adoptado como una seña de identidad. Pero la noche del miércoles no apareció ese “león” que sabía atacar insultando a políticos y periodistas en platós de televisión. Esos arranques agresivos le valieron que sus adversarios cuestionen su estabilidad emocional y hasta pidieran un examen psicológico. En la red social X (antiguo twitter) circuló un aparente informe médico que aseguraba que padecía de “esquizofrenia” y tomaba ansiolíticos. Sin embargo, finalmente se estableció que el supuesto informe médico era falso.

Javier Milei alzando los brazos durante su discurso de este miércoles en Buenos Aires. Matias Baglietto Reuters

Fan de la escuela austríaca de economía, Milei adora y nombra a cada rato a Friedrich Von Hayek (1899-1992), el economista ultra liberal que abogó por la autoregulación del mercado y el anti estatismo, eterno rival de John Maynard Keynes. “La madre de todos los males es el Estado. La corrupción existe porque existe el Estado”, según él. Por ello, en actos anteriores apareció con una motosierra, como símbolo de que si llega a la Presidencia ‘podará’ el Estado: cerraría 15 de los 23 ministerios de Gobierno, dejaría sólo ocho; acabaría con la moneda, el peso, e impondría la dolarización de la economía; cerraría el banco Central (equivalente al Banco de España); privatizaría la educación, la sanidad, la petrolera estatal YPF, Aerolíneas Argentinas, y varias compañías públicas más.

En el plano político, aunque se autodenomina libertario, LLA de Milei forma parte de la constelación de partidos de derecha y populistas que vienen ganando terreno en diversos países de Occidente. Desde Donald Trump en los Estados Unidos hasta la italiana Giorgia Meloni pasando por Jair Bolsonaro en Brasil y tantísimos otros. El vínculo internacional más intenso de Milei es con Vox, de España, al que considera un partido aliado y como referencia a nivel global. Incluso el presidenciable argentino viajó el año pasado a Madrid y participó en el mitin VIVA22 de apoyo a Santiago Abascal, con quien hizo posados a los abrazos.

Desde que Argentina recuperó la democracia hace cuatro décadas, en 1983, el país ha vivido bajo gobiernos peronistas -populismo de izquierdas- y radicales –socialdemocracia-. Milei representa una irrupción insólita en la política del país y él es consciente de esa singularidad. “Somos un fenómenos mundial: con una estructura partidaria de outsider les ganamos a todos”, se jactó en su cierre de campaña.

Efectivamente, en las elecciones primarias del 13 de agosto pasado, Milei resultó el candidato más votado y se impuso en cantidad de sufragios a los peronistas y radicales. Probablemente repita esa performance el próximo domingo. Sus portavoces confiaron a EL ESPAÑOL que las encuestas propias vaticinan cinco puntos de ventaja sobre el candidato oficialista, el actual ministro de Economía, Sergio Massa, y diez puntos por arriba de la también opositora de derecha, Patricia Bullrich.

¿Qué opinan los jóvenes?

En los entretiempos del mitin, EL ESPAÑOL pudo dialogar con algunos jóvenes seguidores de Milei. Susana Conter, docente de 39 años, opina que “Milei es diferente a todos. En Argentina necesitamos realmente un cambio de verdad. La gente pide a gritos un cambio. Y con los mismos políticos de siempre no podemos cambiar nada”.

Arturo Ballaro, de 21 años, cuenta que apoya a Milei porque “es el único que me la esperanza de que pueda hacer un cambio significativo con ideas distintas a las que estamos acostumbrados, ideas vinculadas al socialismo, de ayudar a los demás con tu propio dinero,pero que es arrebatado por impuestos innecesarios o absurdos. Los impuestos, para mí, son una estafa”.

15.000 personas asistieron al Movistar Arena de Buenos Aires para presenciar el cierra de campaña de Javier Milei. Matias Baglietto Reuters

“Yo vivo en una villa pobre, Villa Albertina. Toda mi vida estuve en la pobreza. Ahí dominó el kirchnerismo durante 20 años. Apareció Milei y empecé a apoyarlo. Me llamó la atención que estaba bastante alterado a la hora de hablar. Pero uno lo escucha y se da cuenta que tiene razón. Es un tipo que sabe de economía, sabe muy bien lo que tiene que hacer”, sostiene Maximiliano Condori, 26 años.

Para Esteban Rizzo, 44 años, “los otros partidos ya fracasaron en sus gestiones". "La gente ya está cansada de eso. Debe haber un cambio profundo en Argentina. Creo que Milei es la única opción viable. Porque si seguimos votando lo mismo vamos a seguir desmejorando como país”, afirmó Rizzo a EL ESPAÑOL. 

Nicolás Pardi, de tan solo 15 años, cree que “Milei viene con nuevas propuestas que se han implementado en otras partes del mundo y que no se hicieron nunca en Argentina". Este adolescente también cree que el candidato "tiene una imagen atractiva, distinta al político que vemos habitualmente. Grita mucho, lleva el pelo revuelto, no viste traje, se parece al ‘macho’ argentino”.