La ONG Human Rights Watch (HRW) ha condenado este martes, en su último informe, que las Fuerzas Armadas de Rusia hayan usado bombas de racimo en el bombardeo de la estación de tren de Kramatorsk, al este de Ucrania, en abril de 2022, un ataque que dejó cerca de 60 muertos y más de 100 heridos. El uso de bombas de racimo se considera un crimen de guerra.

"La evidencia indica claramente que el misil que mató e hirió a civiles en la estación de tren de Kramatorsk fue lanzado desde territorio controlado por Rusia en el este de Ucrania. Este ataque viola las leyes de la guerra y es un aparente crimen de guerra", sostiene la organización.

La ONG, según recoge el informe hecho público este martes, visitó la ciudad ucraniana entre el 14 y el 24 de mayo para investigar el ataque y sus consecuencias. Los investigadores entrevistaron a 69 personas, incluidos supervivientes al bombardeo, familiares de los muertos, bomberos, médicos, así como funcionarios del Gobierno ucraniano.

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En concreto, HRW ha analizado más de 200 vídeos y fotografías, así como imágenes de satélite. Los investigadores también han investigado a través de imágenes de satélite una antigua posición militar rusa cerca de Kunie, en la región de Járkov, donde se cree que tuvo lugar el lanzamiento de misiles dirigidos a Kramatorsk.

Rusia lo niega

Rusia siempre ha negado estar detrás del ataque a la estación. "Las Fuerzas Armadas de Rusia no han llevado a cabo ninguna misión el 8 de abril en Kramatorsk y tampoco hay ninguna planeada", sostenía en abril el Ministerio de Defensa ruso, que tildaba las acusaciones de estar detrás del ataque de "provocación que no se corresponde en absoluto con la realidad".

HRW dice que no ha podido encontrar "ninguna evidencia para respaldar las afirmaciones rusas". "Al contrario, todo indica que las fuerzas rusas dispararon el misil Totchka-U en la estación de Kramatorsk", sostiene la organización.

La negativa oficial de Rusia también resulta "poco convincente" para la Unión Europea, que ya en abril pidió a Rusia que "rindiera cuentas" por este "bombardeo brutal e indiscriminado de civiles inocentes, incluidos muchos niños, que huían por temor a otro ataque ruso contra sus hogares y su país", dijo un portavoz de la UE en abril.

"Los responsables de este crimen de guerra deben rendir cuentas. No debe haber impunidad por los crímenes de guerra. La UE apoya medidas para garantizar la responsabilidad por las violaciones de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario", ha añadido el portavoz.