Estados Unidos y Japón han anunciado este miércoles una mayor cooperación en materia de seguridad ante la preocupación común que supone China. En concreto, la posibilidad de un ataque "hacia, desde y dentro" del espacio desencadenaría una defensa colectiva y supondría la invocación del artículo 5 del Tratado de Seguridad, en virtud del cual el ataque a uno de los aliados significa el ataque a todos los aliados.

El secretario de Defensa estadounidense Lloyd Austin y Yasukazu Hamada, ministro de Defensa japonés, han advertido de que China representa "el mayor desafío estratégico" para la seguridad regional. Por ello, Estados Unidos respaldará el importante despliegue militar anunciado por Japón en diciembre, y que es su mayor giro en Defensa desde la II Guerra Mundial.

La actividad militar de China cerca de Taiwán ha crecido últimamente. Esto, unido a las pruebas de misiles balísticos que el año pasado ejecutó Corea del Norte, han sido los dos motivos principales que han precipitado la nueva postura de fortalecimiento defensivo de Japón.

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El acuerdo es fruto de casi un año de conversaciones. Sin embargo, ha sido visto por algunas voces críticas como una violación de los principios pacifistas que se establecieron en la constitución posterior a la guerra.

"Es muy simple, damos la bienvenida a las nuevas estrategias, especialmente porque hay una notable convergencia entre nuestra estrategia y las estrategias de Japón", ha defendido Antony Blinken, secretario de Estado estadounidense.

En un comunicado conjunto emitido tras una reunión entre sus ministros de Asuntos Exteriores y de Defensa en Washington, ambos países "ofrecieron una visión de una Alianza modernizada y preparada para prevalecer en una nueva era de competencia estratégica".

Antony Blinken y Yoshimasa Hayashi durante la reunión en Washington. yle Mazza / TheNEWS2 via ZUMA Pre / DPA

En una rueda de prensa conjunta, Lloyd Austin anunció planes para introducir un Regimiento Litoral de 2.000 marines en Japón que aportaría importantes capacidades, incluidos misiles capaces de atacar buques u objetivos terrestres situados a 1.000 km de distancia.

Fue en este punto cuando Blinken informó de que ambas partes también acordaron ampliar los términos de su tratado de defensa común para abarcar el espacio.

La declaración conjunta afirmaba que, dado "un entorno severamente disputado", la posición avanzada de las fuerzas estadounidenses en Japón debería mejorarse "posicionando fuerzas más versátiles, resistentes y móviles con mayores capacidades de inteligencia, vigilancia y reconocimiento, anti buque y transporte".

Próximos acuerdos

Lloyd Austin se reunirá de nuevo con el ministro de Defensa japonés el jueves en el Pentágono, antes de una reunión entre el presidente estadounidense Joe Biden y el primer ministro japonés Fumio Kishida, que tendrá lugar el viernes.

Aunque el número total de tropas estadounidenses en Japón no cambiará, los nuevos despliegues podrían ser el primero de varios anuncios que tendrán lugar este año sobre fuerzas militares en Asia destinados a hacer que Pekín se lo piense dos veces antes de iniciar cualquier conflicto.

"Aplaudimos el compromiso de aumentar la inversión, de mejorar las funciones, misiones y capacidades... de estrechar la cooperación no sólo entre Estados Unidos y Japón, sino también con otros aliados y socios", afirmó Blinken. "Ya tenemos una base sólida que sólo va a crecer".

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Los funcionarios añadieron que para esta primavera se desplegará una compañía separada del Ejército estadounidense de unos 300 soldados y 13 buques para ayudar a transportar tropas y equipos estadounidenses y japoneses, lo que permitiría la rápida dispersión de las fuerzas.

Japón acoge a 18.000 marines estadounidenses, la mayor concentración de Estados Unidos fuera de sus fronteras. La mayoría se encuentra en la isla principal de Okinawa, que forma parte de una cadena que se extiende a lo largo del borde del mar de China Oriental hasta unos 100 km de Taiwán.

La gran presencia estadounidense ha alimentado el resentimiento local, y el gobierno de Okinawa ha pedido a otras partes de Japón que acojan a parte de la fuerza. En total, hay unos 54.000 soldados estadounidenses en Japón.