Ucrania ha anunciado este sábado que ha matado a dos generales rusos en el bombardeo a un puesto de mando de las tropas enemigas cercano a la ciudad de Jersón. El asesor presidencial ucraniano, Aleksey Arestovich, informó la pasada madrugada de este ataque sobre el enclave donde había cerca de 50 efectivos militares leales a Vladimir Putin. Un tercer alto mando se encuentra gravemente herido.

La agencia de inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania detalló en un comunicado que el centro de comando ruso estaba cerca de un lugar de enfrentamientos activos entre ambos ejércitos. De confirmarse estas bajas, ya serían nueve altos mandos de las Fuerzas rusas los caídos en dos meses de guerra. Por el momento, no han trascendido las identidades de los últimos dos fallecidos.

Los anteriores fueron Magomed Tushayev (muerto el 26 de febrero), Andrey Sukhovetsky (1 de marzo), Vitaly Gerasimov (8 de marzo), Andrei Kolesnikov (11 de marzo), Oleg Mityaev (15 de marzo); Yakov Rezantsev (25 de marzo) y Vladimir Frolov (16 de abril). Todos ellos tenían el rango de “mayor general” —el equivalente en España a general de brigada— salvo Rezantsev, que era teniente general.

Andrey Sukhovetsky, general de división caído, supuestamente, por el disparo de un francotirador ucranio a 1.500 metros. .

La principal hipótesis detrás de esta elevada cifra es que el ejército ucraniano localiza fácilmente los móviles y sistemas de comunicación de los altos mandos desplegados en Ucrania. Según informó la BBC, los sistemas abiertos de comunicación son fácilmente localizables por parte de la inteligencia ucraniana y esto permite al Gobierno de Zelenski atacar con mayor precisión.

En cualquier caso, las informaciones sobre estas muertes son confusas. La baja del general de brigada Gerasimov, por ejemplo, no está confirmada por la inteligencia estadounidense ni por la CNN. El medio de verificación independiente Bellingcat, conocido por el rigor de sus informaciones, sí confirmó esta muerte.

En el otro lado de la balanza está la muerte del general Frolov, de quien se sabe que ya está enterrado en el cementerio de Serafimovskoe, en San Petersburgo. Las autoridades rusas, sin embargo, siguen guardando silencio en torno a esta baja. 

El enclave de Jersón

Jersón fue la primera ciudad importante en caer en manos de las tropas invasoras rusas, el pasado día 2 de marzo. Está ubicada justo al norte de la península de Crimea, anexionada a Rusia ilegalmente en 2014. Desde su caída, Jersón ha sido clave en la ofensiva de Moscú en la zona sur del país. Supone un eslabón vital en la cadena logística rusa ya que es donde llega la artillería pesada procedente de Crimea por ferrocarril.

En las primeras semanas de la guerra, Rusia utilizó esta ciudad como centro de mando en su avance hacia Odesa. La zona, de la que se tienen pocas noticias desde la llegada de las tropas rusas, se encuentra bajo un brutal asedio. Según la Defensora del Pueblo y número tres del Ministerio de Políticas Sociales de Ucrania, Liudmila Denisova, 106 asentamientos siguen sin electricidad y los ciudadanos se enfrentan a problemas críticos en el suministro de alimentos y otros bienes de primera necesidad.

La semana pasada, además, el Ejército ucraniano informó de la aparición de más de 800 nuevas tumbas en la zona de Jersón ocupada por Rusia, según las conclusiones extraídas de una foto de satélite obtenida por una ONG británica.

“Al menos 824 nuevas tumbas aparecieron en el cementerio de la ciudad de Jersón del 28 de febrero al 15 de abril”, dijo el Ejército de Ucrania en su canal de Telegram. El mensaje, recogido por la agencia ucraniana UNIAN, va acompañado de una imagen de Planet Lab recopilada por el Centro para la Sostenibilidad de la Información, con sede en Londres.

¿Un referéndum?

Aunque nada indica que la guerra en Ucrania vaya a acabar pronto, se extienden por la zona de Jersón los rumores de un referéndum de independencia. Estas informaciones vienen ganando fuerza desde hace tiempo y cada vez con más ahínco. Ya a mediados de marzo, el Gobierno de Kiev avisó de esta posibilidad y pidió a los ciudadanos y autoridades locales que no compartieran ningún dato personal con los invasores.

Dichos mensajes están protagonizados por miembros del autoproclamado Ejército de la República Popular de Jersón, un remedo de las repúblicas populares que los rusos ya establecieron en 2014 en Donetsk, Lugansk y Crimea y que nadie en el escenario internacional reconoce más allá de la propia Rusia y sus acólitos.

Recientes mensajes en redes sociales recogidos por The Study of War y The Kyiv Independent indican que ese referéndum podría celebrarse este mismo miércoles 27 de abril. Aunque la fecha de la votación puede parecer algo precipitada, algo atribuible a la propaganda del Kremlin: el proceso carece de ningún tipo de garantía legal y, como dijo el propio presidente Zelenski hace un par de días, está diseñado para el triunfo arrollador de quienes lo promueven.

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