Rusia ha matado a al menos ocho personas en el bombardeo sobre el centro comercial y de ocio Retroville, en el distrito de Podilsk en Kiev, la noche de este domingo. La fiscalía ha abierto una investigación por la "violación de las leyes y costumbres de guerra" por el uso de "medios prohibidos por el derecho internacional".

Los ataques no se detienen contra la capital, tanto objetivos militares como civiles, mientras continúa la masacre en Mariúpol y empieza a librarse la guerra en Odesa. El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, ha anunciado la imposición de un nuevo toque de queda de 35 horas para tratar de salvar vidas.

El toque de queda comienza este mismo lunes a las ocho de la tarde y concluye a las siete de la mañana del miércoles. Tiendas de alimentación, farmacias o gasolineras permanecerán cerradas y los ciudadanos deben permanecer en casa o en refugios y extremar las precauciones: no hay lugar seguro para ellos.

Entorno del centro comercial Retroville en Kiev tras el bombardeo ruso. Reuters

La ciudad sigue conmocionada horas después por la imagen de destrucción en torno al moderno centro comercial. No queda nada de él ni tampoco de las fachadas y las ventanas de las viviendas próximas. Tampoco de los coches estacionados en la zona. 

Los servicios de emergencia fueron alertados pasadas las 22:48 horas de este domingo de un incendio en el aparcamiento de Retroville. Lo que encontraron a su llegada superaba lo visto hasta el momento en cuanto a destrucción.

Mariúpol resiste

Rusia busca golpes de efecto ante su dificultad para conquistar ciudades por tierra. En las últimas horas, sus tropas han intentado hacerse con Mariúpol por la vía rápida con un ultimátum para que el enemigo abandonara la localidad y entregara las armas, pero la resistencia lo ha rechazado y peleará.

Rusia bombardea un centro comercial en Kiev: al menos ocho muertos

Estiman fuerzas prorrusas que tras la negativa de Ucrania a entregar Mariúpol, la toma de la ciudad "no es un asunto de dos o tres días y ni siquiera de una semana". "Se trata de una ciudad grande", ha dicho Denis Pushilin, líder de los separatistas de la república de Donetsk.

El ministro ucraniano de Defensa, Oleksii Reznikov, ha informado de que la resistencia Mariúopol está "salvando" a otras ciudades como Dnipro, Odesa y la propia Kiev del recrudecimiento de una ofensiva contra ellas.

"Los heroicos defensores de Mariúpol han jugado un papel muy importante en la destrucción de los planes del enemigo y en la mejora de nuestra defensa", ha celebrado el ministro, orgulloso del "coraje" de los habitantes de esa ciudad, encerrados en ella sin luz ni calefacción ni suministro de agua, alimentación ni medicamentos. 

Interior del centro comercial Retroville en Kiev tras el bombardeo ruso. Reuters

Según Reznikov, desde que Vladimir Putin ordenó la invasión el pasado 24 de marzo, las tropas ucranianas han derribado un centenar de aviones y 120 helicópteros, además de haber destruido 500 tanques y 1.500 vehículos blindados. En su mensaje, ha asegurado que los rusos "ya no sueñan con capturar Kiev" y que están recibiendo "dolorosos golpes".