La periodista filipina Maria Ressa y el ruso Dimitri Muratov han sido reconocidos este viernes con el premio Nobel de la Paz que concede cada año el Comité Noruego, por sus esfuerzos para salvaguardar la libertad de expresión y, por extensión, la democracia y la paz.

El jurado ha reconocido su "lucha valiente" tanto en Filipinas como en Rusia, pero también los ha descrito como un ejemplo de los periodistas que defienden la libertad de prensa en "condiciones cada vez más adversas".

El Comité Noruego del Nobel destacó los esfuerzos de ambos "para salvaguardar la libertad de expresión, que es una condición previa para la democracia y la paz duradera". Los dos son "representantes de todos los periodistas que defienden este ideal en un mundo en el que la democracia y la libertad de prensa se enfrentan a condiciones cada vez más adversas".

"El periodismo libre, independiente y basado en hechos sirve para proteger contra el abuso de poder, las mentiras y la propaganda de guerra. El Comité Noruego del Nobel está convencido de que la libertad de expresión y la libertad de información ayudan a garantizar un público informado", ha señalado el Comité, en una clara referencia a los regímenes de Valdimir Putin y de Rodrigo Duterte.

"Estos derechos son requisitos previos cruciales para la democracia y protegen contra la guerra y los conflictos. La concesión del #NobelPeacePrize 2021 a Maria Ressa y Dmitry Muratov tiene como objetivo subrayar la importancia de proteger y defender estos derechos fundamentales", ha destacado.

Ressa, confundadora en 2012 de Rappler, una empresa de medios digitales de periodismo de investigación, "utiliza la libertad de expresión para exponer el abuso de poder, el uso de la violencia y el creciente autoritarismo en su país natal, Filipinas", según el Comité Noruego.

Como periodista y directora ejecutiva de Rappler, "ha demostrado ser una valiente defensora de la libertad de expresión. Rappler ha centrado su atención crítica en la controvertida y asesina campaña antidrogas del régimen de (Rodrigo) Duterte", agregó el comité en su explicación del galardón de este año en alusión al presidente de Filipinas.

Y añadió que "Resa y Rappel han documentado asimismo cómo las redes sociales están siendo utilizadas para difundir noticias falsas, acosar a adversarios y manipular el discurso público".

En cuanto a Muratov, "ha defendido durante décadas la libertad de expresión en Rusia en condiciones cada vez más desafiantes", destacó el Comité.

Muratov fue en 1993 uno de los fundadores del periódico independiente Novaja Gazeta, "una importante fuente de información sobre aspectos censurables de la sociedad rusa que raras veces mencionan otros medios de comunicación".

El Comité Noruego recordó que desde el inicio del periódico fundado por Muratov, seis de sus periodistas fueron asesinados.

"Vamos a ganar la batalla"

Maria Ressa aseguró este viernes que se va a ganar "la batalla de los hechos y la verdad" y denunció que vivimos en un mundo donde "los hechos son debatibles" por lo que "el periodismo se ha convertido en activismo".

"Es un reconocimiento a las dificultades, pero también, con suerte, de cómo vamos a ganar la batalla por la verdad, la batalla por los hechos", aseguró la periodista filipina en una videoentrevista tras conocer el galardón.

Ressa comparte con el periodista ruso Dmitry Muratov el Premio Nobel de la Paz 2021 por su lucha valiente por los derechos humanos en Filipinas y Rusia, anunció este viernes el Comité Nobel noruego, con sede en Oslo.

"El que unos periodistas de Filipinas y de Rusia ganen el Premio Nobel de la Paz indica el estado del mundo hoy y el estado de Filipinas", aseguró Ressa, muy crítica con el Gobierno del presidente Rodrigo Duterte y que se enfrenta a varios procesos judiciales en su país, además de un total de diez órdenes de arresto en los últimos años.

La periodista ha denunciado la falta de control en las redes sociales como Facebook donde considera que se publican bulos y mensajes de odio que ponen en peligro las democracias al desaparecer el filtro que aportaban los periodistas antes de la aparición de estas redes.

"Vivimos en un mundo donde los hechos son debatibles y donde los mayores difundidores de noticias dan prioridad a las mentiras, que se difunden más rápido que los hechos. Por lo que el periodismo se ha convertido en activismo", apuntó Ressa, quien consideró que el premio no era para ella, sino para Rappler, el medio que fundó en 2012.

La periodista recordó que este medio digital de periodismo de investigación "vive con la amenaza constante de ser cerrado" por el acoso del Gobierno de Duterte y señaló además que "el periodismo nunca ha sido tan importante como ahora y sin embargo es muy difícil hacer el trabajo".

En un comunicado, Rappler dijo que el Premio Nobel de la Paz otorgado a su directora ejecutiva "no podría haber llegado en un mejor momento", en el "que los periodistas y la verdad están siendo atacados y socavados".

"Agradecemos al Nobel por reconocer a todos los periodistas tanto en Filipinas como en el mundo que continúan haciendo brillar la luz incluso en las horas más oscuras y difíciles", señaló la publicación.

Donación

El periodista ruso Dmitri Murátov, aseguró que el premio que le fue otorgado por el Comité Noruego es mérito de los periodistas que murieron para defender la libertad de expresión en este país.

Los periodistas "Igor Domnikov, Yuri Shekochijin, Anna Politkóvskaya, Asatasia Baburova y Natalia Estemirova son las personas que recibieron hoy el premio Nobel", señaló Murátov en la página web de Novaya Gazeta, del que es editor jefe.

El nuevo Nobel de la Paz anunció también que donará parte del premio recibido a la fundación "Círculo de la Bondad" (Krug dobra), que ayuda a niños con enfermedades raras.

Para este año se habían presentado un total de 329 candidaturas -234 individuos y 95

organizaciones-, la tercera mayor cifra de la historia. El Nobel de la Paz de este año hace el número 102 de la historia de estos premios, que han reconocido a un total de 135 personas y organizaciones. Ressa y Muratov toman el testigo del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU, que lo recibió en 2020.

Cada premio está dotado con 10 millones de coronas suecas (cerca de 984.000 euros) y, como ya ocurriese en la edición del año pasado, para 2021 los organizadores han previsto reducir al mínimo las ceremonias presenciales en diciembre por la pandemia de COVID-19.