Berlín

La líder de los Verdes, Annalena Baerbock, fue designada candidata de su partido para luchar por la Cancillería que dejará vacante Angela Merkel, un hito en una formación nacida como movimiento de protesta y que ocupa la segunda posición en intención de voto tras los conservadores.



Por primera vez, a los Verdes se les reconocen opciones de alcanzar el poder de la primera potencia europea. Y la encargada de intentarlo será una mujer de 40 años, madre de dos niñas, moderada, pragmática y a la vez combativa, pero con un obstáculo aparatoso para el elector alemán: no tiene experiencia de gobierno, ni siquiera a escala regional.



Baerbock era hasta hace poco la "segunda" en la presidencia colegiada de los Verdes, frente a su carismático compañero de fórmula Robert Habeck, entre los políticos mejor valorados del país.



Esta correlación empezó a cambiar a mediados del año pasado, en medio de la pandemia. Baerbock, diputada del Bundestag (Parlamento federal) desde 2013, empezó a despuntar por su oratoria clara y capacidad de dar respuestas rápidas y sólidas a temas complejos -desde sociales a económicos-.

Annalena Baerbock.

Socia o jefa

Baerbock, nacida en Hannover (capital del "Land" de Baja Sajonia) en diciembre de 1980, tiene muy buenas opciones de hacer historia tras el 26 de septiembre, los primeros comicios nacionales desde 2005 sin Merkel liderando a los conservadores.



Sea porque los verdes se convierten en socios del siguiente canciller conservador -una alianza inédita a escala federal, pero la alianza más plausible según las encuestas actuales-, o porque da el salto a la Cancillería, probablemente al frente de un tripartito con socialdemócratas -terceros en los sondeos- y liberales, la alternativa que ahora mismo se ve plausible. Los verdes van en ascenso en las encuestas, exactamente lo contrario que los conservadores.



Sería, en ese caso, la jefa de un Gobierno federal más joven en la historia de Alemania, después de que Merkel accediera al puesto en 2005 con 51 años. Baerbeck, una líder que destila energía, creció en un hogar de clase media, cuyos padres la llevaban consigo en las marchas del movimiento antinuclear alemán.

Del trampolín a la economía

Iba para gimnasta de alto rendimiento, especializada en potro y trampolín, pero se quedó a medio camino. Estudió derecho internacional entre Alemania y Florida (Estados Unidos) y luego completó su formación en la School of Economics de Londres. Eso le da ha dado esa competencia en materia económica que le faltaba a Habeck -escritor, antes que político-.

Annalena Baerbock. EFE