El líder opositor ruso Alexéi Navalny, que acusó al presidente Vladímir Putin de haber ordenado su envenenamiento en agosto pasado, ha anunciado que volverá a Rusia este domingo pese a que el Servicio Penitenciario Federal ha pedido su encarcelamiento.

"El domingo 17 de enero volveré a casa en un vuelo de (la aerolínea) Pobeda", dijo en su cuenta de las redes sociales Twitter e Instragram.

El anuncio llega un día después de que el Servicio Penitenciario Federal (SPF) de Rusia haya pedido a los tribunales que impongan una pena de cárcel a Navalny, por incumplir con la obligación de personarse en sus oficinas por un antiguo caso penal.

El SPF solicita convertir en una pena real los 3,5 años de cárcel de condena suspendida que la Justicia rusa impuso en 2014 a Navalny por un caso de estafa y lavado de dinero a la compañía "Yves Rocher Vostok", según informó hoy el periódico "Nóvaya Gazeta".

Navalny, que se encuentra convaleciente en Alemania desde que fuera ingresado en agosto en una clínica en Berlín después de ser envenenado en Siberia con el agente químico Novichok, ha asegurado que volvería a Rusia, pero no ha precisado cuándo.

El pasado 28 de diciembre el SFP informó en un comunicado que Navalny, al que acusó de negarse "al control por parte de la inspección penitenciaria", tenía hasta el 29 de diciembre para personarse en sus oficinas en Moscú.

Recordó que, según la revista Lancet, que publicó en diciembre el análisis médico del opositor, Navalny fue dado de alta el 20 de septiembre y el 12 de octubre ya había superado "todas las secuelas" de la enfermedad.

La legislación contempla un castigo para dichos casos, entre los que figura la anulación de la pena suspendida y su sustitución por una real, es decir, tres años y medio de prisión.

El líder opositor comentó en su cuenta de Twitter que el presidente ruso, Vladímir Putin está tan molesto con que sobreviviera al envenenamiento "que ordenó al SPF que acudiera a los tribunales y exigiera el cambio de mi pena suspendida a una real".

Navalny subrayó que la pena suspendida de 3,5 años de prisión expiró el 30 de diciembre, cuando concluía el período de prueba al que estaba sometido.

Y recordó que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos le dio la razón al dictaminar en 2017 que las sentencias contra el opositor y su hermano Oleg, que sí fue a prisión, fueron "arbitrarias".

Precisamente, debido a sus antecedentes penales Navalny fue inhabilitado y no pudo enfrentarse a Putin en las elecciones presidenciales de marzo de 2018, en las que este último fue reelegido.

El 29 de diciembre el Comité de Instrucción de Rusia también incoó un caso penal por fraude contra el opositor, que se habría apropiado de casi 4 millones de euros recaudados por varias organizaciones no gubernamentales.

Esto ha llevado a algunos analistas a especular con que, aunque dice que es libre de volver, el Kremlin está poniendo trabas al regreso de Navalny.

Navalny irritó al Kremlin a finales de 2020 al publicar dos vídeos en los que acusa al Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB) de estar detrás de su intento de asesinato.

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