Bruselas

Quince días después de que la Unión Europea arropara su victoria en una acción concertada sin precedentes frente a las acusaciones de fraude de Donald Trump, el presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, ha telefoneado por fin este lunes a los principales dirigentes comunitarios: la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel

En una conversación que ha durado casi 20 minutos, Michel ha propuesto a Biden "reconstruir una alianza transatlántica fuerte basada en intereses comunes y en valores compartidos". El presidente del Consejo Europeo ha invitado además al futuro inquilino de la Casa Blanca a una cumbre extraordinaria de jefes de Estado y de Gobierno de la UE que se celebraría en Bruselas en 2021 para "discutir prioridades compartidas".

"Es el momento de unir fuerzas. En un mundo cambiante, nuestra alianza será más importante que nunca para proteger a nuestros ciudadanos, relanzar nuestras economías, detener el calentamiento global y crear un mundo más seguro. La UE y EEUU siempre tendrá más impacto si actúan juntos", ha dicho Michel en un comunicado.

El presidente del Consejo Europeo le ha agradecido además a Biden su "apoyo claro" al acuerdo de divorcio que la UE concluyó el año pasado con Reino Unido y en particular al protocolo sobre Irlanda del Norte, que el Gobierno de Boris Johnson pretende saltarse de forma unilateral. "Este acuerdo preserva la paz y la estabilidad en Irlanda y respeta plenamente el Acuerdo de Paz del Viernes Santo", alega Michel.

Biden ya habló el pasado 10 de enero con la canciller alemana, Angela Merkel, y con el presidente francés, Emmanuel Macron, pero le ha costado otros 13 días contactar con los dirigentes comunitarios.

La UE espera que el nuevo presidente abra una nueva etapa de cooperación entre Bruselas y Washington tras los cuatro años de desprecio y hostilidad abierta de Donald Trump. Un nuevo comienzo cuyos primeros gestos serán el regreso de Estados Unidos al Acuerdo de París de lucha contra el cambio climático, al pacto nuclear con Irán y a la Organización Mundial de la Salud.

"La relación entre Europa y Estados Unidos es la columna vertebral de las democracias. Este vínculo (transatlántico) es la piedra angular del compromiso de EEUU no sólo con Europa, sino con el resto del mundo", dijo Biden en su última visita a Bruselas en 2015 en calidad de vicepresidente de Barack Obama.

Su recién anunciado secretario de Estado, Antony J. Blinken, que pasó parte de su juventud en París y habla un perfecto francés, también quiere revitalizar el vínculo transatlántico. "Tenemos un gran interés en una Unión Europea que actúe y que lo haga con fuerza y convicción. Para nosotros es un socio importante e ineludible y por eso deseamos su éxito", dijo Blinken a la televisión francesa también durante la era Obama.

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