La Casa Blanca se ha convertido en un foco de contagio de la Covid-19 en la última semana. Desde que el jueves 1 de octubre Hope Hicks, una de las asesoras más próximas al presidente Donald Trump, diese positivo, se han ido sumando nombres a la lista de infectados por el SARS-CoV-2.

Detrás de Hicks, tan sólo un día después, el propio presidente y su mujer Melania confirmaron que habían dado positivo en la prueba de coronavirus. Stephen Miller, el principal asesor en inmigración del presidente de Estados Unidos, ha sido el último en enunciar que tiene coronavirus. Se ha convertido así en el número 23 del foco que está golpeando a la Casa Blanca.



"Durante los últimos cinco días he estado trabajando en remoto y aislado, dando negativo todos los días hasta ayer. Hoy, di positivo por Covid-19 y estoy en cuarentena", aseguro Miller en un comunicado.

Desde entonces ha habido un goteo de casos que han incluido al también asesor Nicholas Lunavy a la portavoz de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, entre otros miembros de la administración Trump. También han resultado infectados los senadores Mike Lee y Thom Tillis, la exasesora Kellyanne Conway o el exgobernador de Nueva Jersey Chris Christie.

Origen

Aunque es complicado determinar el origen del brote, la mayoría de los contagiados asistieron el sábado 26 de septiembre a la ceremonia de nominación de la jueza Amy Coney Barrett para el Tribunal Supremo, casi todos sin mascarillas.

El equipo de Trump se puso las pilas el pasado lunes para que volviese a trabajar en el Despacho Oval cuanto antes. El presidente, tan sólo dos días después de recibir el alta, llegó a su despacho en el helicóptero presidencial, subió la escalinata de la Casa Blanca y se quitó la mascarilla en un acto más electoral que sanitario.

En los últimos días Trump ha afirmado que contraer la Covid-19 ha sido "una bendición de Dios", ya que le ha permitido comprobar la eficacia del cóctel experimental de Regeneron, que aseguró que aprobará de emergencia y distribuirá gratis.

"Creo que esto fue una bendición de Dios, haberlo contraído. Esto ha sido una bendición disfrazada", aseguró Trump en un vídeo que difundió en Twitter.

El presidente dijo que haber contraído la Covid-19 le permitió probar el cóctel experimental de la farmacéutica Regeneron, que todavía no ha sido aprobado por el organismo regulador, Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, en inglés), pero que Trump calificó como una "cura".

El Alto Mando en cuarentena

La pandemia ha llegado hasta los altos mandos del Ejército norteamericano. El jefe del Estado mayor conjunto de EEUU, el general Mark Milley, y otros altos cargos del Pentágono se encuentran en cuarentena después de que un subcomandante diera positivo por Covid-19, informaron este martes fuentes oficiales.

La cuarentena afecta a prácticamente todos los principales asesores militares del presidente estadounidense, Donald Trump, conocidos como el Estado mayor conjunto, según revelaron los diarios The New York Times y The Wall Street Journal, citando fuentes del Pentágono.

Su decisión se supo poco después de que la Guardia Costera de EEUU anunciara en un comunicado que el subcomandante de esa rama de las Fuerzas Armadas, el almirante Charles Ray, fue diagnosticado con la enfermedad este lunes.

No está claro si hay alguna relación entre el positivo de Ray y el brote de la Casa Blanca, que afecta al propio Trump y a más de una docena de personas de su entorno.

Los otros positivos que tienen relación con la residencia de Trump son la presidenta del Partido Republicano, Ronna McDaniel, el jefe de la campaña electoral de Trump, Bill Stepien, el presidente de la Universidad de Notre Dame, John Jenkins, el pastor Greg Laurie, tres periodistas y un militar.