La Organización del Tratado de Prohibición Completa de Ensayos Nucleares (CTBTO, por sus siglas en inglés) analiza los restos de la gran explosión que el martes causó más de 135 muertos en Beirut, cifra que podría aumentar en las próximas horas. Los equipos de rescate buscan supervivientes entre los escombros. 



"Nuestros equipos están estudiando los datos", confirmó a Efe hoy en Viena Gill Tudor, portavoz de la CTBTO, un organismo del sistema de Naciones Unidas con sede en la capital austríaca.



La enorme detonación fue registrada por el Sistema Internacional de Vigilancia (SIV) de la organización, una red mundial de instalaciones de vigilancia sismológica, hidroacústica e infrasónica.



Si bien su fin es detectar posibles explosiones nucleares y obtener pruebas de que se han producido, la red detecta y localiza también la energía liberada por una explosión, ya sea nuclear o no, o por un fenómeno natural producido en el subsuelo, bajo el agua o en la atmósfera.



De momento, tal y como comunicó el martes por la noche el secretario ejecutivo de la CTBTO, Lassina Zerbo, en su cuenta de Twitter, los expertos analizan sobre todo los datos de dos estaciones, una en Alemania y otra en Túnez, destacó Tudor.



"El SIV detectó fuertes señales de una gran explosión en Beirut" el 4 de agosto de 2020 a las 15.05 GMT en las estaciones infrasónicas I48TU de Túnez y 126DE de Alemania", indicó Zerbo en su tuit. "Analistas continúan revisando los datos. Nuestros pensamientos están con las muchas víctimas que causó la explosión. Solidaridad con el Líbano", concluye el breve mensaje.

2.750 toneladas de nitrato de amonio

Hasta ahora, no hay indicios de eventuales materiales nucleares en la explosión, ni parece probable, confirmó la portavoz.



No obstante, admitió que la organización no está aún en condiciones de descartar al cien por cien tal eventualidad, dado que verificar la presencia de radionúclidos requeriría más tiempo, mientras que la detección de la explosión en sí misma por la red se produce de forma inmediata.



Según indicó el primer ministro libanés, Hasan Diab, en una reunión con el presidente de la República, Michel Aoun, un cargamento de nitrato de amonio de 2.750 toneladas sin custodiar fue la causa de la explosión, aunque se desconoce el origen.

Fuerte explosión en un almacén de la zona del puerto de Beirut

Más de 135 muertos

Más de 135 personas han muerto y unas 5.000 han resultado heridas debido a las potentes explosiones registradas el martes por la tarde en la zona portuaria de Beirut, según datos de Cruz Roja. Además, 300.000 personas se habrían quedado sin casa por la fuerte explosión, que ha arrasado varias manzanas. 

El jefe de la organización humanitaria en el país ha advertido de que el número de víctimas mortales podría seguir aumentando. Las autoridades libanesas han indicado que los servicios de emergencias aún buscan a unos 100 desaparecidos entre los escombros.

Los vídeos que circulan en redes sociales muestran una explosión y una gran columna de humo, previas a una segunda deflagración de mayor potencia que ha causado enormes daños materiales en los alrededores, llegando a escucharse en Tiro y Sidón.

"Es como Hiroshima"

Testigos presenciales indicaron que hubo rotura de vidrios en viviendas a más de cinco kilómetros de la explosión y que los edificios sufrieron daños de diversa consideración en un radio de más de dos kilómetros.

El gobernador de Beirut, Marwan Abboud ha calificado los hechos como "un desastre nacional parecido a Hiroshima" y ha afirmado que las explosiones han afectado a aproximadamente la mitad de la ciudad.  “Se parece a lo que sucedió en Japón, en Hiroshima y Nagasaki. Eso es lo que me recuerda. En mi vida he visto una destrucción a esta escala", ha añadido.

Así ha quedado la zona tras la explosión.

Castigar a los responsables

En un breve discurso televisado, el primer ministro libanés, Hasan Diab, ha prometido que los responsables de la gran explosión van "a pagar el precio": "Esta catástrofe no pasará sin responsabilidades. Esta es una promesa a los mártires y a los heridos".

El Ejecutivo declaró un día de luto nacional mañana, miércoles, por las víctimas, que se prevé que aumenten en las próximas horas. 

El jefe del Ejecutivo dijo que se harán públicos "los hechos respecto al peligroso almacén que existía desde 2014", sin ofrecer más detalles.

Luto oficial

Por otro lado, el primer ministro solicitó la ayuda de los países "amigos y hermanos" del Líbano, que atraviesa la peor crisis económica desde el final de la guerra civil (1975-1990).

El Ejecutivo declaró un día de luto nacional para este miércoles, por las víctimas, que se prevé que aumenten en las próximas horas. 

Hospitales colapsados

Nada más producirse la explosión, el ministro de Sanidad libanés, Hamad Hasan, ordenó a todos los hospitales que reciban a los heridos y que el tratamiento sea a cuenta del ministerio. Así lo anunció en un breve comunicado difundido en su cuenta oficial de Facebook, y la Cruz Roja libanesa ha estado llamando a sus colaboradores a que se movilicen con urgencia, debido al colapso que están registrando los hospitales.

El presidente libanés, Michel Aoun, ordenó a las Fuerzas Armadas que realizaran patrullas en las zonas más afectadas. La Presidencia del Líbano informó en la red social Twitter de que el jefe de Estado ha pedido al Ejército que trabaje para "tratar las consecuencias de la gran explosión" y "realizar patrullas en las zonas del desastre para mantener la seguridad".

"Impactante"

"Ha sido impactante. Gente sangrando en la calle, con cristales en la cara...". Son palabras de Daniel Giménez Alcañiz, español que vive en Beirut, entrevistado en el Canal 24 Horas. Giménez ha relatado el caos que se ha vivido en la capital libanesa momentos después de la explosión. "Amigos míos me han dicho que se ha notado hasta en Chipre", ha relatado.

Este español, que reside en Beirut desde hace cuatro años, vive a 20 kilómetros de donde ha tenido lugar la deflagración. "En la zona donde vivo hay un hospital cerca, donde están atendiendo a heridos".

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