Los carteles luminosos de Las Vegas, tantas veces fotografiados por millones de personas, vuelven a encenderse con la reapertura de los casinos, hoteles y restaurantes tras 78 días cerrados por la crisis del coronavirus. Desde el pasado jueves, cientos de personas han vuelto a la Ciudad del Pecado, aunque ahora esos pecados se cometerán con mascarilla y manteniendo una distancia social obligatoria. 

"Si viaja a Nevada, ¡nos complace darle la bienvenida! Ven y disfrute de todo lo que tenemos para ofrecerle y recuerde usar una máscara para la cara, lavarse las manos con frecuencia y practicar el distanciamiento social", escribía en Twitter Steve Sisolak, gobernador de Nevada, durante su visita a los casinos el pasado viernes.

De esta manera, Las Vegas comienza a retomar su actividad pero, como en todo el mundo, lo hace bajo la llamada "nueva normalidad". Los visitantes que han querido ser los primeros en disfrutar de la reapertura se han encontrado con un ambiente muy distinto al que estaban acostumbrados: mascarillas obligatorias para todos los trabajadores; distanciamiento social incluso en las mesas de juego; pantallas protectoras entre jugadores y crupiers; disminución del aforo...

Pero sin duda, lo que más ha cambiado es la ausencia de sus espectáculos, tan conocidos en el todo el mundo. Los conciertos, convenciones o shows no podrán llevarse a cabo todavía, y no hay una fecha concreta para ello. De la misma forma, los spas de los hoteles también continuarán cerrados. 

Ni siquiera están abiertos todos los casinos por el momento. No obstante, sí lo han hecho algunos de los más importantes como el New York-New York, The Cosmopolitan of Las Vegas, el Bellagio, Caesars Palace, Flamingo Las Vegas, Venetian y Wynn Las Vegas. Todos ellos ubicados en el 'Strip de Las Vegas', como se conoce a la zona más famosa de Las Vegas Boulevard South. 

Una mujer baila detrás de una mesa de juego llevando una pantalla protectora. Reuters

Todos, eso sí, siguen las normas impuestas por el Distrito de Salud del Sur de Nevada, así como del Centro para el Control de Enfermedades, la OMS y la junta local de control de juegos. 

Menos aforo y mascarillas

Aunque los jugadores no tendrán que llevar mascarilla obligatoriamente, sí que es altamente recomendado, y así se indicará en los carteles de las instalaciones. Las mesas de juego tendrán que reducir el número de asientos, generalmente al 50% de su capacidad, para garantizar la distancia.

Por ejemplo, el blackjack suele tener una capacidad para seis personas, y ahora solo permitirá que haya tres. Lo mismo ocurrirá en otros juegos como el Pai Gow Poker o la ruleta. La mesa de dados, que admite hasta 14 personas, ahora permitirá un máximo de 7. Asimismo, los casinos deberán evitar que se formen aglomeraciones detrás del jugador, una práctica habitual en las casas de juego que anima el ambiente durante la partida.

"Aún podrás jugar tus juegos favoritos en los casinos, pero la escena será diferente. La seguridad es nuestra prioridad número 1, y haremos todo lo que haga falta para que siga siendo así", explicó a CNN Rich Broome, portavoz de Caesars Entertainment.

Una mujer juega al blackjack con una mampara que la separa del crupier en el Hotel-Casino Bellagio. Reuters

Para juegos más solitarios como las tragaperras, hay casinos que están quitando de la sala los asientos o incluso algunas de sus máquinas para que "los visitantes ni siquiera se sientan tentados a sentarse", aseguró el CEO de Caesars, Tony Rodio, a CNN a principios de mayo. 

Aunque no es obligatorio, casinos como el Bellagio, Wynn Las Vegas o El Cortez también están instalando pantallas de plexiglas entre los crupiers y los jugadores para dar más seguridad. Otros como el Golden Nugget toman la temperatura de todos los nuevos visitantes. 

Según la Junta de Control de Juego, los hoteles y casinos deberán limitar la ocupación al 50% de su capacidad, sin embargo, un portavoz del Bellagio informó a Los Angeles Times que por el momento algunos esperan "no superar el 30%". 

Importante aumento del paro

Aunque la ciudad necesita que vuelva el turismo, los empresarios parecen haber llegado al acuerdo de abrir poco a poco, según cómo vaya evolucionando la epidemia, porque prefieren tardar más en volver a las cifras anteriores a tener que cerrar de nuevo. 

Una trabajadora del Bellagio toma la temperatura a los visitantes. Reuters

El pasado 18 de marzo el gobernador Sisolak ordenó el cierre completo de los establecimientos para frenar la expansión del virus, ya que en el condado de Clark -al que pertenece la ciudad de Las Vegas- se han dado la mayor parte de los casos de todo el estado de Nevada con 349 fallecidos y cerca de 7.500 contagios detectados hasta el momento, según los datos de The New York Times.

Esta decisión provocó miles de despidos en una ciudad que tiene el turismo y el ocio como una de sus principales fuentes de riqueza. Por este motivo, en abril la tasa de paro aumentó en más de un 33% en Las Vegas según los datos de la Reserva Federal

Para la presidenta de la Comisión del condado de Clark, Marilyn Kirkpatrick, estar más de dos meses sin ninguna actividad supone "un golpe mayor para Las Vegas que la crisis financiera de 2008". "Estamos hablando de que esto es peor porque en ese momento al menos teníamos algo de ocupación dentro de los hoteles", declaró a la cadena WBRC

1.000 billetes de ida gratis

Para intentar animar la llegada de visitantes, Derek Stevens, propietario de The D Las Vegas y del Golden Gate Casino, ofreció 1.000 billetes de avión de ida gratis a Las Vegas desde algunas de las ciudades más importantes de EEUU. Todos se agotaron rápidamente. Asimismo, en el hotel Golden Nugget consiguieron en dos días una ocupación del 15%, según explicó la gerente de recepción a Los Angeles Times.

Todo ello a pesar de los disturbios que ha habido en los últimos días como consecuencia de las protestas por la muerte en Mineapolis de George Floyd hace más de dos semanas. La semana pasada se produjeron varios tiroteos en la ciudad que acabaron con dos personas muertas, una de ellas era un oficial de policía que recibió un disparo en la cabeza. Global News informó de que después de tres días de protestas más de 300 personas fueron detenidas.

Cuong Tran, un turista que llegó el jueves a Las Vegas desde Dallas declaró a Los Angeles Times que, aunque le preocupan las protestas y además aún no está todo abierto en la ciudad: "Estoy cansado de estar encerrado"

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